ALICANTE. La provincia de Alicante tiene que avanzar hacia un nuevo modelo productivo si quiere revertir la tendencia que en los últimos veinte años la ha situado a la cola del país en cifras de paro y renta per cápita. Y las claves para ese cambio son, según las conclusiones del estudio elaborado por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) la inversión privada en mejoras productivas, visibilidad y posicionamiento; el crecimiento del tamaño de las empresas; e introducirse en mercados con mayor valor añadido.
La provincia se sitúa en la posición 42 de España en cuanto a población desempleada, y en la 44 si se analiza la renta per cápita. Una circunstancia que se ha ido fraguando desde comienzos de siglo, momento en que Alicante comenzó a perder posiciones en ambas variables. El problema, según el estudio de Ineca, es que los sectores en los que la provincia es puntera son los que menos valor bruto añadido por empleado aportan, especialmente las industrias tradicionales y los relacionados con el turismo.
El estudio plantea distintos escenarios de impulso de la demanda y de la productividad de las empresas, para analizar cómo afectaría al empleo y el nivel de los salarios un incremento determinado en cada una de ellas. Y las conclusiones apuntan a la necesidad de inversión por parte de las empresas, en mejoras de calidad, imagen, tamaño empresarial, visibilidad nacional e internacional, lanzamiento de nuevos productos, entrada en mercados de mayor valor añadido y digitalización. Del lado público, es necesario reducir trabas y cargas burocráticas y ajustar la presión fiscal.
Así lo defendieron este miércoles el nuevo presidente de Ineca, Nacho Amirola, el director de su comité de estudios, Quino Palací, y el autor del informe, Francisco Llopis. Según la proyección realizada, si se consiguiera incrementar un 5% la demanda de productos agroalimentarios 'made in Alicante' se generarían 45.500 puestos de trabajo y se incrementaría la renta per cápita en 1.300 euros anuales. En este sentido, el valor añadido bruto por empleado en el sector industrial de la provincia es un 25% inferior a la media nacional.
El objetivo del nuevo informe de Ineca es estimar los cambios necesarios que deben realizarse para mejorar el número de puestos de trabajo y las rentas de sus residentes. Su presidente, Nacho Amirola, indicó que "en concreto se trata de cuantificar cuánto debería incrementarse la demanda de los bienes y servicios actuales de la provincia para superar la situación de estancamiento". Por su parte, el coordinador de Estudios, Quino Palací, agregó que "el momento actual es crucial para enfocar las principales decisiones empresariales que permitan corregir la posición de la provincia en una serie de indicadores clave".
Francisco Llopis, mientras, explicó que "el tejido productivo de la provincia de Alicante es muy heterogéneo, y eso es positivo y no hay que perderlo, pero le falta capacidad para competir en mercados nacionales e internacionales". La generación de riqueza por empleado del sector agroalimentario alicantino tan solo representa en torno al 78,6% del promedio de la Comunitat y en el caso del sector industrial de la provincia, éste representa el 75% de la media nacional".
Ese tejido productivo suma 71.600 millones de euros de facturación privada, y 625.000 empleos sin contar funcionarios. Pero los sectores más potentes son el comercio mayorista y minorista, las actividades de comidas y bebidas, las actividades sanitarias y la educación. En cambio, sectores con alto valor añadido bruto como el farmacéutico, el transporte marítimo o los servicios financieros tienen mucha menor presencia y, además, el valor por empleado se queda lejos del promedio nacional. Donde las cifras se solapan entre la provincia y el resto del país es en aquellos sectores que están mayoritariamente asentados en Alicante, como el calzado o el juguete.
A juicio de Llopis, "no hemos sabido cambiar hacia otros sectores, y nos hemos quedado en los tradicionales, en un proceso que empieza a darse a principios de este siglo". Asimismo, "no los hemos sabido modernizar ni introducir en otros sectores". El presidente de Ineca, además, añade el problema del tamaño empresarial: "En Alicante históricamente hemos tenido muchas pequeñas empresas, pero pocas grandes".