CASTELLÓ. Los primeros signos de recuperación registrados en el azulejo tienen también su traslación en sectores auxiliares como el de esmaltes y fritas. Esta industria ha percibido una cierta mejoría en los primeros compases del año y confía en crecer en 2024 tras caer un 21 % su facturación en 2023.
E presidente de la patronal Anffecc, Fernando Fabra, afirma, según traslado en la asamblea de la organización del viernes, que el objetivo del sector "es volver a la senda de crecimiento en este nuevo ejercicio" apostando por la innovación y la descorbanización.
El primer trimestre del año, según fuentes del sector, ha registrado mejores resultados que el cuarto, aunque por ahora consideran que se ha de ser prudente a la hora de valorar un cambio de tendencia, ya que se viene de un 2023 que fue malo en todos los parámetros por la crisis de demanda en los mercados internacionales de la cerámica.
La facturación de las esmalteras y fritas se desplomó un 21 % el año pasado y bajó en 400 millones, situándose en los 1.419 millones. Las exportaciones cayeron un 22 %, alcanzando los 966,5 millones, y las ventas nacionales lo hicieron un 19 %, llegando a los 452,7 millones de euros. La producción solo en fritas, según Anffecc, descendió un 30 %.
El presidente de Anffecc afirma que las empresas han tenido que impulsar diversas medidas para afrontar la crisis, entre otras, ha habido deslocalizaciones de parte de la producción a terceros países.
No obstante, ha puesto en valor "la resiliencia del sector para amortiguar en parte la crisis con recursos propios", y ha resaltado que la destrucción del empleo se logró atenuar en parte ya que fue de un 6 % a pesar de venderse un 21 % menos. Esta pérdida laboral ha sido inferior, de acuerdo a estos datos, a la registrada en el azulejo, que se ha quedado en dos años sin el 15 % de su mano de obra.
Para regresar al crecimiento, el presidente de Anffec insiste en reivindicar a Europa, Gobierno y Consell que impulsen "una política industrial clara, "que fomente el desarrollo, con el fin de que el clúster cerámico pueda sobreponerse y recuperar el empleo y la actividad, pues la situación ha afectado de forma directa a toda la economía provincial”.
Las esmalteras abogan por continuar el camino de la innovación y la descarbonización para superar las dificultades, y de ahí que reclamen más apoyo de la Administración. Ya tildaron de insuficientes las ayudas aportadas por el Ejecutivo central en 2023 al cubrir solo un 5 % de las pérdidas. Asimismo, esperan concretar junto al resto de patronales del clúster cerámico una reunión con el ministro de Industria, Jordi Hereu.
El esmalte sigue sin tener noticias de un posible desbloqueo de sus importaciones en Argelia, cerradas desde mediados de 2022 por la ruptura de las relaciones entre los gobiernos argelino y el español. La apertura para los envíos avícolas en enero hacía presagiar en el sector un regreso de los esmaltes de forma inminente, pero Argelia reiteró a las pocas semanas que seguía el cierre en los acabados cerámicos y desde entonces no se sabe si se abrirá la mano con el producto esmaltero.