CASTELLÓ/VALÈNCIA. De vuelta en enero y el aumento de contagios por la covid-19 vuelve a dejar a la agenda cultural tocada. Durante los últimos días no ha parado de producirse un goteo suave, pero constante, de cancelaciones que ha obligado a los espacios culturales a hacer cambios en la programación. Está la cultura más que acostumbrada a los cambios de última hora, sin embargo, el incremento de positivos por la variante omicrón ha provocado que en los últimos días se hayan producido más cancelaciones de lo habitual. Espectáculos y actividades para los que, en la mayoría de los casos, se tratará de encontrar una nueva fecha en el calendario.
La agenda cultural sigue notando los efectos del aumento en el número de contagios también en València. Si hace apenas unas semanas Les Arts tuvo que suspender el preestreno de Madama Butterfly, una de sus grandes apuestas de la temporada, o estas fiestas navideñas el Teatre Micalet tuvo que prescindir de Nadal a casa els Cupiello, ahora los problemas vinculados al virus llegan al Rialto. Esta misma semana se informaba desde el Institut Valencià de Cultura de la suspensión de los pases de la producción circense Adeu!, que ha ocupado la cartelera en estas fiestas y estaba previsto finalizará el próximo 16 de enero. También en estos últimos días se ha tenido que aplazar los pases de la obra Plàstic en la Sala Ultramar, tras detectar un caso positivo en la compañía, pieza que se espera recuperar el próximo mes de abril. En el ámbito musical se suma el aplazamiento del concierto del grupo El Consorcio en el Palacio de Congresos, que finalmente se celebrará en mayo.
Pese a los cambios en la agenda, los teatros siguen reivindicándose como lugares “de confianza”, un mensaje que llevan repitiendo durante toda la pandemia y que, además, en el caso de València se ha traducido en un cese de la actividad mínimo en comparación con otras ciudades españolas. Atentas al aumento de casos, las salas emitieron recientemente un comunicado para enviar un mensaje de tranquilidad al público ante las suspensiones. “Después de cerca de dos años de convivir con la pandemia, adaptando la creación y exhibición de artes escénicas al contexto para mantener nuestra actividad y garantizar el acceso a la cultura cuando se ha mostrado más necesaria que nunca, no se ha detectado ningún brote entre los espectadores de teatro, circo y danza”, explicaron.
En Castellón, el Paranimf de la UJI no ha podido inaugurar temporada con el espectáculo que tenía previsto. Eclipsi total, de la compañía valenciana Pont Flotant, estaba programado para este viernes, pero tuvo que suspenderse por un caso positivo en el equipo artístico. Tampoco el Teatre Principal de Castelló pudo abrir su ciclo de teatro 'Els dijous al Principal', que esperaba el pase de Proyecto Meitner, de la compañía Crit. De la misma manera, la covid obligó a aplazar el concierto que la Banda Municipal de Castelló iba a ofrecer este domingo 16 junto a Spanish Brass. No será hasta el 30 de enero que la formación musical vuelva a actuar. Así pues, también en las últimas horas se ha tenido que posponer el arranque de temporada de Photobook Club Castellón, que iba a acoger una nueva sesión de fotografía a cargo de la castellonense Irene Gras.
Por otra parte, las salas de música también están topando con numerosas cancelaciones y aplazamientos que no dejan de complicar su total recuperación. Solo en Castelló, en estos días la sala Because pop'n'roll ha tenido que suspender el concierto de Faz Waltz, previsto para el 21 de enero; Salatal Club pospuso hace unos días el directo de Joven Dolores previsto para este viernes y también el de Angelus Apatrida programado para este mismo sábado; mientras tanto el Pub Terra ha tenido que aplazar las actuaciones de Böira y Friedrich, organizadas por Underground Revolution. Cabe recordar que este mismo local anunciaba a finales de diciembre la suspensión de todas las sesiones de DJ previstas, dada la imposibilidad de las salas de tener público de pie. Tanto La Salà en València como el Pub Terra en Castelló anunciaron de forma simultánea que volverían al formato de sillas y mesas para garantizar el cumplimiento estricto de las medidas sanitarias y evitar así las actuaciones policiales. Ante esto, solo iban a ofrecer conciertos de jazz, blues o rock.
Así mismo, también el Sant Antoni Pop, que iba a convertirse en el primer festival de la provincia en 2022 con conciertos para el 29 de enero, anunció a principios de mes que aplazaba su celebración. Pero en este caso, el festival de garage rock no ha hecho esperar mucho a sus fans y esta semana ha anunciado una nueva fecha para el 7 de mayo. En su caso, el Festivern, que se celebra cada fin de año en Tavernes de Valldigna, sí tuvo que cancelar sin opción de reprogramarse, ante la escalada de casos y el aumento de presión hospitalaria.
Los ojos están puestos también en el Benidorm Fest, que celebrará sus tres galas a finales de mes en el Palau Municipal d’Esports. El evento, que servirá de preselección española para Eurovisión, es la gran apuesta musical RTVE y, además, cuenta con el aval de la Generalitat, que ha destinado un millón de euros a la cita. Sin embargo, la crisis sanitaria ha retrasado el anuncio en torno al acceso de público al pabellón. Tanto es así que esta misma semana la corporación dio una rueda de prensa en la que no pudieron confirmar todavía cuál sería el aforo del espacio. De igual manera, el nuevo festival ha tenido que generar un protocolo de última hora en caso de que los artistas no puedan actuar por estar confinados, caso en el que se usará una grabación del ensayo, videoclip o, en última instancia, montaje fotográfico con el sonido de la canción de fondo.