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VALÈNCIA. La startup con sede en València, LemonKey, se ha expandido en sólo dos meses a Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Castellón. Desde su creación, a finales de junio de este año, la inmobiliaria digital low cost complementa su división de compraventa online de inmuebles en toda España, con la apertura de delegaciones físicas en estas ciudades con las que pretende posicionar su actividad de alquiler y consolidar su área de venta de inmuebles.
Según el valenciano Arturo Ballester, CEO de LemonKey, “las inmobiliarias digitales también debemos disponer de delegaciones físicas para dar un servicio continuado, sobre todo, en lo que se refiere a la gestión integral del alquiler. En nuestro caso, hemos establecido el concepto del casero-tech, logrando liberar al propietario de toda o parte de las gestiones de sus inmuebles, evitando la carga de estrés, resolviendo la falta de tiempo en estas gestiones con buen servicio continuado y máxima atención al inquilino. Además, estamos trabajando para conseguir maximizar la rentabilidad del alquiler a través de “planes de negocio para propietarios” basados en el Big-Data que establece, entre otros aspectos, la actualización de los precios según el mercado inmobiliario de la zona o lo que están dispuestos a pagar los inquilinos”.
En este sentido, “esta estrategia proporciona al negocio expandir nuestra capacidad de acción en el alquiler y venta para tener la mayor cobertura posible en zonas clave del mercado inmobiliario de España”, apunta Ballester
LemonKey, con sede en València, prevé en un año, dar servicio a 10.000 propietarios en toda España para gestionar sus inmuebles, tanto para la venta como para el alquiler. Su estrategia se centra ahora en ciudades clave como Madrid, en la que pretende gestionar los inmuebles a 5.000 propietarios, Barcelona a 2.500 y en València a unos 1.000.
La estrategia de LemonKey se dirige a posicionarse como la agencia inmobiliaria digital low-cost con la tarifa al propietario desde 50 euros, la más baja del mercado inmobiliario de España. Este posicionamiento se basa en lograr la gestión del inmueble a un precio justo, que es lo que demanda el consumidor, apunta Ballester
Este nuevo modelo integral de agencia inmobiliaria basado en la “Proptech” -tecnología aplicada al sector inmobiliario orientada al propietario – asiste al propietario con unos costes muy inferiores respecto a las inmobiliarias tradicionales: un ahorro entre 10.000 y 15.000 euros frente a una agencia tradicional que cobra una comisión de entre el 3,5% y el 5% para un inmueble por valor de 250.000 euros, así como una atención más ágil para los inquilinos y compradores.
La primera inmobiliaria digital low cost que gestiona de forma íntegra el alquiler y la venta de inmuebles, con sede central en València, nació a finales de junio de este año de la mano de Housers y con la entrada de Aguirre Newman Digital en el accionariado dentro de su estrategia de inmersión en startups proptech en sus fases iniciales.