Foto: FERROVIALVALÈNCIA (EFECOM). Leopoldo del Pino, hermano del presidente de Ferrovial y cuarto accionista del grupo con un 4,15 % del capital, se inclina a votar en contra del traslado de la sede social del grupo a Países Bajos en la próxima junta de accionistas que se celebrará en Madrid el 13 de abril.
Sin embargo, no parece que a priori tenga intención de acogerse al derecho de separación que ofrece Ferrovial a los accionistas críticos con esta operación y que supondría su salida del capital a un precio de 26,0075 euros por título, según ha avanzado El Confidencial.
Además, y según ha podido saber EFE, Leopoldo del Pino disfruta actualmente de una moratoria fiscal hasta 2024, que perdería cuando Ferrovial deje de ser una sociedad española y su matriz pase a ser una sociedad europea con sede en Países Bajos. Esta moratoria se contempla para grandes inversores en función de su porcentaje accionarial o del valor de su inversión.
Leopoldo ostenta a través de su sociedad Siemprelara su participación en Ferrovial, que está valorada en más de 810 millones de euros, atendiendo a la cotización actual de la compañía.
De vender sus acciones, algo que no se ve como probable, la compañía debería hacer frente a un pago de unos 785 millones, teniendo en cuenta que Leopoldo suma un paquete de más de 30 millones de títulos de Ferrovial. Este importe es muy superior a los 500 millones de euros que el grupo había fijado para las peticiones contrarias de los accionistas.
La operación, que se anunció al mercado el pasado 28 de febrero, está condicionada al visto bueno de sus accionistas y a que los posibles derechos de separación que ejerzan aquellos contrarios a este traslado no superen los 500 millones. También a que exista la certeza razonable de que las acciones podrán cotizar simultáneamente en la bolsa española y en la de Ámsterdam como paso previo a hacerlo en el mercado estadounidense.
Sin embargo, Ferrovial podría renunciar a las condiciones suspensivas y elevar por encima de los 500 millones el máximo fijado para los derechos de separación.
Además de Leopoldo, que ha sido tradicionalmente crítico con la gestión de la compañía y ha votado en contra en alguna que otra junta, también figura en el capital su hermana María, que es consejera y suma un 8,2 %, y el propio Rafael del Pino con un 20,4 % a través de la sociedad neerlandesa Rijn Capital.
Según apunta El Confidencial, la intención de Leopoldo pasa por retrasar el debut de Ferrovial en la bolsa estadounidense, previsto para finales de este año, a fin de que España actualice tanto el marco normativo como el operativo y el grupo pueda cotizar en la bolsa de Nueva York sin tener que llevarse la sede social de España.
Recientemente la CNMV ha reconocido que es posible que la conexión del sistema español y estadounidense de forma más directa que lo que suponen hoy por hoy los ADR requiera algunos ajustes, no necesariamente legislativos.
Este traslado, aprobado por el Consejo de Administración de Ferrovial, ha sido mayoritariamente bien recibido por los principales accionistas de Ferrovial, entre los que figura el fondo TCI, que recientemente elevó su peso en el grupo por encima del 7 % tras adquirir un 1 % adicional por cerca de 191 millones de euros.
Además, en el accionariado de Ferrovial también figura BlackRock con un 3,17 % del capital.
El traslado a Países Bajos sigue su curso a pesar del fuerte rechazo que ha generado en el seno del Gobierno, que no comparte los argumentos esgrimidos y ha pedido a la empresa que recule.
