VALÈNCIA. Les Arts redobla su apuesta por mirar al presente para asegurar su futuro. Así lo desprende la batería de propuestas que se presentaron ayer para la temporada 2022/2023. Un recorrido a través de la historia de la ópera cuyo repertorio sigue ampliándose y que ya abarca desde 1642 hasta 2021. La contemporaneidad se abre paso con creaciones recientes pero también con reimaginaciones, con la dirección de escena como instrumento para nuevas narrativas, y con ciclos que amplían el campo esperado del coliseo musical valenciano.
El hilo conductor, según ha explicado el director artístico Jesús Iglesias Noriega, es el de la luz y el cuestionamiento del sentido de la vida. Por otra parte, Pablo Font de Mora, presidente de la Fundació, ha anunciado esta como “una temporada con más estrellas que el firmamento”. También es el programa más feminizado de su historia, con compositoras, directoras musicales y de escena participando a lo largo del año, uno de los asuntos pendientes de la institución en el año 2022.
La temporada en el Palau de Les Arts empezará con el final, es decir, con una ópera estrenada en octubre de 2021, Zelle, una propuesta contemporánea co-producida por Les Arts y que se podrá ver en el marco del Festival Ensems, en el Martí i Soler. Jamie Man es la compositora original y también ejercerá como directora de escena. Zelle se pregunta si acaso no es en la oscuridad donde mejor se aprecia la luz a través de la historia sobre una mujer y un crimen.
La Sala Principal estrenará temporada con otra nueva producción de Les Arts junto a la Dutch National Opera (con el que se estrechan aún más los lazos) y el Teatro San Carlo: Anna Bolena. Esta obra dará comienzo a la trilogía que Donizetti dedico a los Tudor, y que según ha avanzado Iglesias Noriega, seguirá en siguientes temporadas con Maria Stuarda y Roberto Devereux. En esta ocasión, Jetske Mijnssen se pone al frente de la dirección de escena, mientras Maurizio Benini llevará la batuta.
2022 terminará con la reposición de La Bohème, que trae de vuelta a Les Arts a su exintendente Davide Livermore. Estrenada en 2012, esta ópera de Puccini es bien conocida por el público valenciano, si bien en esta ocasión será James Gaffigan quien esté al frente de la dirección musical. También será la vuelta de Marina Monzó, la voz valenciana que juega en la primera división de la lírica internacional.
Otra gran nombre del panorama internacional, Gustavo Gimeno, vuelve a capitanear un título de ópera. Por primera vez, una obra de compositor checo Leoš Janáček se ve en València. Jenůfa, uno de sus títulos más populares (estrenado en 1904), pone de relieve la cara y la cruz (la luz y la oscuridad) de la dimensión del amor. Un drama rural con dirección de escena de Katie Mitchell y con un elenco estelar protagonizado por Elena Zaremba y Petra Lang.
El Teatro Martín i Soler acogerá en febrero Cendrillon, de Pauline Viardot, una opereta de salón en tres actos basada en el cuento de Perrault y que, en esta ocasión, lleva la firma de Joan Font en la dirección de escena. Se trata de una producción de Les Arts, que se prepara para después ser adaptada para la gira Les Arts Volant. El elenco está formado por alumnado del Centre de Perfeccionament.
Alcina ocupará la Sala Principal en versión de concierto, bajo la dirección musical de Marc Minkowski y acompañado de Les Musiciens du Louvre. El director parisino trae a València la obra de Händel sobre la deriva emocional de una mujer poderosa a causa de un amor no correspondido. Será también la incursión del barroco en el ciclo principal de Les Arts.
Mozart, al que se le dedicará especial atención esta temporada en actividades paralelas, también forma parte del repertorio de este curso con la tercera representación de Don Giovanni, el título más popular de la temporada. En esta versión, Damiano Michieletto se hace cargo de la escena y Riccardo Minasi debuta en el foso tras su concierto sinfónico con la OCV.
Àlex Ollé, de La Fura del Baus, también debuta en la Sala Principal con la laureada Tristan und Isolde, de Richard Wagner, y que reunirá grandes voces del repertorio wagneriano como son Stephen Gould o Ain Agner. James Gaffigan se hace cargo de la batuta en este montaje que estrenó la ópera de Lyon en 2011. El espectáculo se estrena por fin, tras ser cancelado en las dos temporadas anteriores.
Dos nuevas producciones del Palau de Les Arts concluirán el curso: L’incoronazione di Poppea, de Monteverdi, también de repertorio barroco, interpretada por Capella Mediterranea y dirigida por su fundador, Leonardo García Alarcón; y Ernani, una de las pocas óperas de Verdi que quedaban inéditas en Les Arts, en una co-producción con el teatro que estrenó originalmente la obra, La Fenice. Este último titulo contará con batuta emergente de Michele Spotti y la propuesta escénica de Andrea Bernard.
La propuesta anual de zarzuela este año se convierte en la opereta El cantor de México, que traslada a la Sala Principal la producción del Teatro de la Zarzuela y Lausanne protagonizada por Rossy de Palma y José Luis Sola. A los mandos musicales, Óliver Díaz; y a la escena, Emilio Sagi, los dos ovetenses. En esta opereta, Francis López creó una propuesta cómica y excesiva, con presencia del mambo, el jazz y el charlestón.
El trío de propuestas de danza vuelve a juntar tres subgéneros de las artes en movimiento y saca pecho de su diversidad. La estrella del baile flamenco, Sara Baras, explora las intersecciones con el bolero en su última obra, Alma; La Veronal, compañía del onteniense Marcos Morau, vuelve esta vez a la Sala Principal con la aplaudida Opening Night, una reflexión metaescénica de una de las compañías con más proyección de la creación estatal; y la Compañía Nacional de Danza propone el ballet Carmen, de Bizet, con coreografía de Johan Inger.
Les Arts se reivindica como el gran espacio de la voz con una lista de grandes nombres que desfilarán por diferentes recitales. En Lied destacan Andrè Schuen, Christian Gerhaher o Marina Rebeka; mientras que Cecilia Bartoli y Juan Diego Flórez son las propuestas del ciclo Grans Veus.
Además de los tres concierto sinfónicos de Gaffigan, que abordarán desde Mozart hasta West Side Story, destacan los recitales de Vasily Petrenko, (cómo no) Gustavo Gimeno, Andrés Orozco-Estrada o Fabio Luisi.
El ciclo de barroco, co-producido por el Centro Nacional de Difusión Musical, se refuerza y pone acento valenciano en la mayoría de sus propuestas. Además de Alcina, La Tendresa, junto a Èlia Casanova y Quiteria Muñoz, presentan L’universo sulla pelle, un conjunto de arias, madrigales y cantatas del seicento; Casanova repetirá con Pino de Vitorio y Capella de Ministrers en un programa dedicado a la música mediterránea; y Concerto 1700 interpretará un oratorio en dos parte de Francisco Hernández Illana, maestro de capilla en el Colegio del Patriarca o del Corpus Christi de Valencia. Completará el ciclo Al Ayre Español con el programa Afectos Amantes.
En el terreno de las músicas populares, el ciclo de flamenco vuelve a atraer a grandes nombres del género como Tomatito, la familia Rancapino, Marina Heredia, José Cortés ‘Pansequito’ y Alba Molina. Altres Músiques propone un tridente imprescindible: Wim Mertens celebrando sus 40 años de trayectoria, Melody Gardot reinvindicándose como uno de los grandes nombres del jazz mundial, y Rufus Wainwright, que presenta su último álbum, Unfollow the rules.
A estos ciclos se le suma uno nuevo, que reunirá diferentes expresiones de la música actual valenciana: Pep Gimeno ‘Botifarra’ actuará en el Auditori, mientras Neus Ferri, Marala, Mireia Vives i Borja Penalba y Esther harán lo propio en el Aula Magistral. Y con todo, Les Arts también renueva sus lazos con el IVAM, Filmoteca y otras decenas de actividades paralelas, entre las que destaca la política de público joven.
Según Iglesias esta temporada ha sido la de la “progresiva vuelta a la normalidad”; la que viene, “un reto apasionante”. Esta es, sin duda, la temporada en la que su línea de programación se ve más clara que nunca: ir más allá del repertorio esperado para pensar el futuro desde el presente. Sobre los desvíos propuestos hasta ahora, el director artístico ha afirmado que “en València, y en todo el mundo, Madame Butterfly vende más entradas que Wozzeck”, pero que “hay que buscar obras desconocidas para que a largo plazo no lo sean”, además de afirmar que “la credibilidad la da la calidad”.
Pablo Font de Mora ha querido centrar su análisis en el cambio que ha supuesto la implicación del Ministerio de Cultura, entrando en la patronal y duplicando su presupuesto para el proyecto. Sobre el millón de euros extra de este año, ha apuntado que se utilizarán, previsiblemente, para mantenimiento del edificio. Más concretamente, para pintar las carcasas del exterior y en diferentes actuaciones en la caja escénica. Además, ha querido agradecer tanto a Vicent Marzà como a Raquel Tamarit su trabajo durante estos años, pocas días después de los cambios en la Conselleria. Tamarit ha sido, precisamente, la encargada de abrir la rueda de prensa, la primera como titular del departamento de Cultura.