ALICANTE. El cómic tiene esa fuerza visual que atrapa desde el primer momento; cualquier historia contada a través de viñetas y trazos cobra un especial sentido. La historia o, mejor dicho, contar la historia universal a través de su narración no es algo nuevo. Lo hemos visto en la adaptación de La Guerra Civil Española, de Paul Preston, por parte de José Pablo García o más recientemente con El día 3, de Cristina Durán y Miguel Ángel Giner sobre el accidente de metro de Valencia. El cómic es capaz de exponer la historia desde un punto de vista diferente, aunque siempre quedarán quienes digan que son cosas de infantes, un tópico que se supera día a día con obras del calado de 1643: Rocroi, de Roberto Corroto y el alicantino Román López-Cabrera, con el que hablamos después de su presentación en Ateneo Comics.
Para quien no lo sepa, 1643: Rocroi (19 de mayo de 1643) trata sobre la batalla del mismo nombre, Rocroi, aquella en la que los Tercios españoles fueron derrotados por los franceses y que a todas luces parecía el preámbulo del ejército español. Su dibujante, Román López-Cabrera, cuenta cómo le llegó la historia: "Me gustaría contar una versión más trascendental, de más jugo, y decir que soy un amante de los Tercios y de toda esta parte de nuestra historia, pero la realidad fue menos emocional", comenta el ilustrador. "Roberto Corroto, el guionista con el que acababa de terminar mi primera colaboración (1937: La Toma de Málaga, para Carmona en Viñetas), en vista de que habíamos congeniado tan bien y teníamos la intención de seguir trabajando juntos, propuso a la editorial Cascaborra hacer algo, repitiendo la asociación guionista-dibujante, pero sin un tema previamente escogido", recuerda López-Cabrera.
La historia española, como la de cualquier otro país, está trufada de momentos bélicos de gran potencia narrativa. "Roberto hizo una lista de acontecimientos y batallas históricas que podíamos abordar, y yo otra; luego las juntamos y ambos aceptamos la posibilidad de hacer cualquiera de estas opciones (es decir, ninguna la hubiéramos hecho a disgusto) y fue el editor quien se decantó por la batalla de Rocroi (que, por otro lado fue una propuesta de Roberto)", apunta.