VALÈNCIA. Como muchas celebraciones y fiestas tradicionales, el origen de la mocadorà parece salido de una ‘rondalla’ o un cuento de raigambre oral, de aquellos que se contaban a la luz del candil antes de dormir. Imaginen: había una vez un pueblo que conmemoraba la entrada de Jaume I en Valencia con fiestas, petardos y comida. Las frutas y verduras de la huerta se enrollaban en un ‘mocador’ y se regalaba, como hicieron los moros para agasajar a Violante de Hungría, esposa del conquistador.
Pero muchos años después, un borbón llamado Felipe V abolió los Fueros e instituciones de los valencianos y prohibió celebrar la figura de Jaime I. Con él se terminaron los petardos, las fiestas y los pañuelos llenos de frutas y verduras. Hasta que el gremio de confiteros y pasteleros de la ciudad unió fuerzas para burlarse del borbón y seguir celebrando lo que ya era tradición. Juntos empezaron a hacer figuras de mazapán que representaban los petardos prohibidos, las frutas y verduras de la huerta que no le gustaban al borbón.
Con el espíritu de aquellos agremiados y pasteleros, un grupo de entusiastas del género fantástico, el terror y la ciencia ficción en toda su amplitud se reúnen cada año desde hace más de un lustro en torno a las mismas fechas –si bien el año pasado se celebró en otras fechas y circunstancias–. Juntos organizan el Golem Fest, que este año se celebra del 9 al 11 de octubre en el Jardín Botánico. ¿Su objetivo? Compartir su filiación por el género con autores y autoras españoles e internacionales, devenir un lugar de encuentro para fans y un espacio de debate para todo el mundo y, cómo no, reivindicar la tradición fantástica valenciana, que es generosa y muy particular.
Un milagro a contrarreloj
“A veces es complicado montarlo porque no sabemos los recursos que tendremos, ni cómo va a ser la participación de las instituciones”, explica Susana Alfonso, organizadora de Golem Fest. El festival reúne a centenares de fans del género en actividades de todo tipo –mesas redondas, talleres, exposiciones y hasta concursos literarios–, que conectan a escritores y escritoras de reconocido prestigio con una audiencia selecta pero fiel.
Organizar las agendas de las celebridades invitadas, así como gestionar sus viajes y sus estancias, es una labor que se lleva a cabo con meses de antelación, para asegurar ese hueco en el calendario. Pero en esta ocasión, el Golem Fest se ha montado prácticamente a contrarreloj y atravesando una carrera de obstáculos nada desdeñable. “Hasta la última semana de julio no supimos que nos habían concedido la subvención del Ayuntamiento de València. Imagínate: hemos tenido que montar toda la infraestructura del Golem en un mes y una semana, prácticamente”, explica Alfonso.
En el Golem participa desde su nacimiento la Generalitat Valenciana, en concreto la Dirección General del Libro, este año a través de cinco mesas con autores y libros valencianos, así como el concurso de relatos y talleres. Colaboran un buen puñado de editoriales y la Universidad de Valencia, que cede a la organización del evento el espacio del Auditorio Joan Plaça del Jardín Botánico. Y cuentan con el patrocinio de Dacsa Group, el grupo industrial y alimentario de Almàssera.

- Cena de hermanamiento que reúne a la organización, los asistentes, y los autores y autoras invitados del Golem Fest -
“Es muy complicado montar un festival con tan poca antelación y los recursos que tenemos. Llevamos siete años peleando por este espacio para amantes del género en Valencia, y eso no quita que estemos muy agradecidas a todas las instituciones. Pero a veces, aún con todo, resulta complicado… y para quienes lo hacemos es un palizón. Lo hacemos con gusto, eso sí”, explica resuelta la organizadora del evento, que encabeza la Asociación Cultural Golem Fest.
Algo más que charlas literarias
Este año el actor y escritor Pablo Rivero –Toni en Cuéntame, entre muchos otros personajes– recibirá el Golem de Honor 2025, que reconoce su fecunda e interesante carrera literaria, en un acto el 9 de octubre. Rivero se ha confirmado por derecho propio como una de las voces más originales del thriller patrio de los últimos años con novelas como La matriarca, No volveré a tener miedo, La cría, Dulce hogar y recientemente El rebaño.
Será el pistoletazo de salida a una programación con presentaciones de libros, mesas redondas, debates, encuentros, lecturas dramatizadas, una presentación de un cortometrajes y un concurso de relatos. “El balance es muy positivo”, opina Susana Alfonso a pesar de las dificultades. “Fomentamos la lectura y divulgamos géneros que en Valencia normalmente no tienen espacios así. Incluso diría que la fantasía, el terror y la ciencia ficción, junto a muchos otros que también tienen acogida en el festival como el thriller y hasta las fábulas de hadas, están un poco denostados en Valencia”, explica.
Lo que genera una sensación de evento único en la ciudad, pues si bien los amantes del género en la literatura tienen en el peregrinaje al Celsius 232 de Avilés, y en el séptimo arte el Festival de Sitges y otros muchos repartidos por el mapa, en lo que respecta a la agenda cultural valenciana no hay tanto que celebrar.
“Lo hacemos todo gratuito gracias a la participación de las instituciones y empresas vinculadas. Y eso nos asegura ser accesibles y ser cercanos a todo el mundo. Y queremos crecer, para tener autores internacionales. Para eso necesitamos más tiempo para gestionar las agendas de invitados, pero todo llegará”, confía Alfonso.