'Light as Feathers' de Rossane PelRosanne Pel se corona con Mejor Película y Mejor Guion, aunque la historia de Bora Kim se lleva el premio del Público
VALÈNCIA. El largometraje holandés Light as Feathers se ha alzado con el premio Luna de València a la mejor película en la 34º edición del festival internacional de Cinema Jove. El film de Rosanne Pel también consigue el premio a mejor guion, a cargo de la misma realizadora. Light as Feathers cuenta la historia de Eryk, un chico de 15 años que vive con su madre y con su abuela en un pueblo de Polonia y el abuso físico y psicológico al que somete a su vecina Klaudia, de tan solo 13 años. De fondo, su relación maternofilial de codependencia con su madre, que deja asomar incluso el síndrome de Edipo. La cámara de Rosanne Pel puede llegar a ser algo torpe, pero lejos de obstaculizar el film, añade más crudeza a un retrato que no condena, sino que explora los orígenes de la violencia sexual de un adolescente en el país europeo con una ley de interrupción del embarazo más restrictiva.
Otro retrato adolescente, pero este en la urbe de Corea del Sur, House of Hummingbird, recibe un buen puñado de premios: mejor dirección para Bora Kim, premio del público, el otorgado por el Jurado Joven y el premio a la mejor música para Matija Strinsa. Se impone así la empatía y el cuidado con el que la realizadora acompaña en su soledad a Eun-hee, una adolescente de 14 años con una familia disfuncional que explora con ingenuidad y torpeza varias relaciones sentimentales y de amistad. Desde la salida de su primer pase el pasado lunes ya se podía percibir el entusiasmo que despertó en el público, que solo competía en simpatía popular con la también asiática A First Farewell de Lina Wang.
La mirada femenina se impone así en todos los grandes premios del palmarés de largometrajes de esta edición, con dos historias que retratan a una juventud perdida que no condenan, sino sobre la que ejercen una mirada comprensiva y contextualizada en el mundo moderno. Las dos películas responden a la necesidad actual de tener más presente la perspectiva de género, haciendo estos premios -de alguna manera- signo de su tiempo.
Dos films más rellenan el resto de premios en la categoría de largometrajes. Por una parte, Thunder Road de Jim Cummings, protagonizada por él mismo, se ha alzado con el premio a la mejor interpretación y a mejor fotografía. El protagonista del film, que se tiene que enfrentar a una crisis casi existencial tras el fallecimiento de su madre, ha sabido aprovechar su potencial carismático.
Por otra parte, la inteligente comedia negra argentina Los miembros de la familia ha recibido una Mención del Jurado, en el que el duelo de dos hermanos es interferido por una colección de personajes delirantes que, sin embargo, Mateo Bendesky ha sabido retratar de manera sutil.
En el palmarés relativo a los cortos, la francesa L'heure de l'ours se lleva el premio a Mejor Cortometraje. Agnés Patron ha presentado en el festival un animación muda hecha con acuarelas sobre papel negro. Tras haber pasado por Cannes, recibe el mayor galardón del festival valenciano.
El resto del palmarés lo componen cortos españoles, una consecuencia directa de la afirme apuesta de Cinema Jove por recoger, en su Sección Oficial, a los títulos patrios más destacados del año. En esas se situó Suc de Síndria de Irene Moray, que fue seleccionada en la Berlinale que ahora consigue el premio del Jurado Joven, la Mención Especial del jurado y el Premio Feroz. El film de Moray es toda una apología al verano y a la juventud a través de la historia de Bárbara, una joven que explora su identidad sexual con la ayuda de su amigo Pol.
También sale airosa Mudanza Contemporánea, una marcianada de Teo Guillem que contrapone momentos hilarante y una reflexión sobre el recuerdo y la memoria personal. Por último, el Premio Movistar+ recae este año en Amianto del valenciano Javier Marco. El director presentó este año a Sección Oficial su corto Muero por volver y participó en ediciones anteriores de Cinema Jove con cortos como El vestido.
