El grupo pone nombre y apellido a las salidas tras llegar a un acuerdo con la plantilla en ambas empresas
VALENCIA. Tras el baile de cifras y las tensas negociaciones entre la dirección del grupo y los sindicatos -saldadas con acuerdo-, este viernes tuvo lugar la ejecución del ERE de Lladró, el temido momento en el que los números se convierten en nombres y apellidos de personas que tienen que abandonar la compañía tras una vida dedicada a la porcelana.
Ocurrió en las sociedades de producción Porcelanas Lladró y Arte y Porcelanas, donde la empresa comunicó formalmente los despidos a los afectados y comenzó a tramitar las prejubilaciones, según informaron a Valencia Plaza fuentes conocedoras del proceso. Ambas mercantiles, cuya práctica totalidad de sus plantillas está compuesta por mujeres, concentran el grueso de las salidas del ERE (235), a las que habrá que sumar las que se produzcan en Daisa.
Como informó este diario, las prejubilaciones tendrán al menos el 75% del salario, mientras que los despidos serán de 24 días por año trabajado -más las reposiciones de desempleo subvencionadas por el Estado según las circunstancias de cada trabajador-. El Gobierno Central anunció una subvención de 1,8 millones para afrontar los ajustes, pero la cantidad definitiva podría variar.
En Porcelanas Lladró, la más grande de las firmas productoras, se han firmado 135 prejubilaciones y 56 despidos; mientras que en Arte y Porcelanas, fabricante de la gama de porcelana Nao, son 22 las prejubilaciones y otros 22 los despidos.
Por lo que respecta a Diseños Artísticos e Industriales (Daisa) -firma que aglutina el área de diseño y creatividad de la multinacional valenciana- la dirección y el comité de empresa continúan negociando tras el rotundo rechazo de la plantilla al ERE propuesto por la empresa, que planteaba realizar 13 prejubilaciones y 22 despidos.
Ante la falta de acuerdo, el grupo contempla imponer el ERE en la mercantil, incluso endureciendo las condiciones del mismo. Así, los despedidos afectados abandonarían la multinacional cobrando 20 días por año trabajado con un máximo de 365 días, todo en caso de que el Ministerio de Empleo dé su visto bueno. Sin embargo, el comité de empresa trabaja para evitar que los trabajadores de Daisa salgan de la empresa en peores condiciones que los de las dos empresas de producción.
Mientras tanto, los comerciales de Lladró -integrados en la sociedad Lladró SA, antigua Lladró Comercial- se libran del ERE del grupo. No obstante, ello no implica que no vayan a producirse despidos en la mercantil fuera del expediente de regulación de empleo, algo que se da por seguro.