VALÈNCIA (EP). La compañía Bambalina Teatro Practicable estrena en València su última adaptación teatral del clásico 'Curial y Güelfa', integrada dentro de su línea pedagógica y artística que acerca, mediante la escena, grandes obras de la literatura universal.
Durante toda semana la compañía ofrecerá funciones matinales para institutos y el jueves 5 de diciembre a las 19 horas ofrecerá una función abierta al público general, según ha explicado en un comunicado.
'Curial y Güelfa' es una novela de caballerías escrita en el siglo XV y es considerada una de las obras más significativas de la literatura en nuestra lengua. Su autoría, recientemente atribuida a Íñigo Dávalos por el filólogo e historiador valenciano Abel Soler, renueva el intenso debate entre especialistas sobre su origen y la identidad de su creador.
Íñigo Dávalos fue hijo de uno de los nobles más ricos y poderosos de la Castilla de su tiempo, Ruy López Dávalos, el cual estuvo implicado en una conjura fallida y tuvo que exiliarse a la corte del rey Alfonso el Magnánimo instalada en el Palacio del Real de Valencia.
Fue criado en la corte como paje junto a su hermano y tiempo después, acompañó el rey en su aventura italiana. Amigo y mecenas de los humanistas italianos más prestigiosos, fue amante de los libros, la música y el arte y creó una de las bibliotecas más importantes de la época. Logró un gran prestigio como diplomático y cortesano. Curial y Güelfa es una obra excepcional.
La versión teatral de Jaume Policarpo pretende simplificar la narración para hacerla asequible escénicamente, seleccionando los pasajes más determinantes en la compleja relación romántica que mantienen los protagonistas, y traduciendo teatralmente la épica aventurera que rodea al héroe.
Esta versión también hace énfasis en los diálogos que muestran los conflictos entre los personajes y que, a su vez, exponen una concepción humanística de gran riqueza y profundidad. Policarpo se esfuerza en transmitir cómo son todas las ubicaciones fantásticas, así como la diversidad cultural y geográfica que refleja la novela, y también ese planteamiento de autor que quiere entretener, sorprender y fascinar al lector, en este caso, al espectador.
Formalmente, Bambalina comienza con esta propuesta una nueva línea de investigación formal a partir del uso de la máscara combinada con un vestuario específico, que convierte al intérprete en un títere humanizado. Esta recreación estética de los personajes propone a los más jóvenes un ambiente escénico fantasioso muy próximo a la estética del cómic o de los videojuegos.
Este mundo inventado estará reforzado por las proyecciones animadas sobre una pantalla digital, que es el elemento primordial de la escenografía.