VALENCIA. Una ensalada de La Más Bonita, una mochila de Gondwana, mini croissants caseros de anchoa de Hippocampus o un regalo de la Fnac. Estos son ejemplos de los primeros pedidos que la startup Glovo ha recibido nada más aterrizar en Valencia. Y es que, tras meses de funcionamiento en Barcelona y Madrid, aterrizan en la ciudad con un servicio de mensajería y recadería exprés basado en la economía colaborativa.
A través de esta plataforma, disponible para web, iOS y Android, los usuarios pueden comprar, recibir o enviar al momento cualquier producto de una misma ciudad y recibirlo en menos de una hora. Para ganar masa crítica de usuarios, la compañía ha absorbido a las valenciana Rest-Eat y Telollevoenmoto. “Rest-Eat nació de la idea de poder acercar a los residentes de Valencia experiencias gastronómicas a domicilio”, explica Pau Vivas, fundador de Rest-Eat y city manager de Glovo.
“Nos diferenciábamos de la competencia más directa ofreciendo a los restaurantes un servicio de reparto propio, donde nuestros restaurantes adheridos solo tuvieran que cocinar y preparar el pedido para el envió”, explica. Entonces decidieron unirse a la barcelonense para poder ampliar su servicio a los valencianos y que pudieran comprar cualquier cosa. A eso se le suma que cuando nos conocimos con Oscar Pierre, cofundador de Glovo, en seguida hubo buen feeling y vimos que compartíamos una misma visión del negocio y juntarnos era la mejor apuesta”.Los usuarios se ponen en contacto a través del servicio multiplataforma con los glovers, mensajeros independientes que aceptan y realizan los pedidos con total flexibilidad en un tiempo máximo garantizado de una hora. Los requisitos para ser glover es ser mayor de 18 años, tener un vehículo propio, moto o bici principalmente, un smartphone y “transmitir buen rollo”.
El funcionamiento de la aplicación es sencillo: el usuario indica lo que quiere y la dirección de entrega del artículo y un glover recibe una notificación con el pedido. Una vez aceptado el pedido, se inicia el encargo. A partir de ese instante y hasta que se realiza la entrega, el usuario puede seguir su pedido por geolocalización en todo momento y contactar con el glover a cargo de este. Al hacerse la entrega, Glovo permite al cliente pagar cómodamente vía app y valorar a su glover. El coste del envío es de 4,90 euros y el glover se lleva entre 70 y el 80% de cada envío.
“Valencia es un mercado muy atractivo para nosotros ya que cada vez la ciudad se está posicionando como cuna de innovación y creemos que nuestro disruptivo modelo de negocio encajará con los valencianos”, explica Óscar Pierre. La tipología de pedidos que pueden realizar los usuarios de Glovo va más allá del delivery de productos de tiendas y restaurantes de Valencia. Los glovers también se encargan de, por ejemplo, recoger la ropa de la tintorería, comprar un cargador del móvil y recibirlo donde uno lo necesite o llevar documentos urgentes a otra empresa.
“Sobre todo va dirigido a personas con muy poco tiempo para encargarse de sus recados diarios. En ciudades grandes como Valencia, la necesidad de ahorrar tiempo es cada vez mayor y Glovo cubre esa necesidad con un servicio rápido y muy fácil de usar”, explica Vivas. En Barcelona ya han alcanzado los 10.000 pedidos y en Madrid llevan unos 2.000. “El ritmo que llevamos es de un crecimiento mensual del 50%”.