VALÈNCIA. Tras conquistar Bogotá, Ciudad de Panamá y Miami, Grupo Salvaje llegó a Madrid (calle Velázquez, 96) y Barcelona para convertirse en todo un referente de la escena culinaria actual. Su buena acogida se ha debido no solo a su propuesta gastronómica, distintiva y de excelente nivel, sino también a una rompedora puesta en escena y a un ambiente mágico, envolvente y de lo más animado, arropado por música de DJ. Ahora, se ha decidido a abrir un nuevo restaurante, esta vez en València, dentro del nuevo Hotel Only You. Si las obras transcurren según lo previsto, desembarcará en la ciudad del Túria el 10 de septiembre.
Nada más cruzar su puerta, el mágico microclima que se respira en Salvaje atrapa al comensal y lo sumerge en un estado de bienestar que perdurará hasta el último trago o bocado. Sus interiorismos, obra de los más prestigiosos estudios del momento, llaman poderosamente la atención con una estética salvaje dominada por sus rinocerontes dorados, símbolo de la marca por ser el animal más peligroso de la sabana. Después, agrada su ambiente, exclusivo, sensual, de luces indirectas, buena música y gente feliz. Pero, sobre todo, engancha su cocina, de esencia japonesa con toques de fusión y una técnica contemporánea, muy trabajada y enfocada a extraer el máximo sabor a una materia prima de mucha calidad.
Al frente de la cocina de Salvaje se encuentra Fermín Azkue, nacido en Venezuela de padre vasco y con experiencia en algunos de los mejores restaurantes de Europa –incluyendo algunos estrellas Michelin de Barcelona, París y Londres–, en la isla francesa de Saint Barth, en el Caribe, y en Panamá, donde nace el primer restaurante Salvaje. En todas las sucursales conjuga productos de proximidad y japoneses, por lo que en España la carta tiene su base en los excelsos pescados y mariscos del Cantábrico, el Atlántico y el Mediterráneo –de donde vienen los bogavantes, los carabineros, el pulpo, las ostras, las vieras, la lubina, las gambas rojas, el erizo de mar y los percebes en temporada– y en otros productos nacionales como la trufa negra o una magnífica vaca rubia gallega de 60 días de maduración.