MADRID. Como en cualquier otro momento, el tiempo ha dado la razón al mercado. La volatilidad existente y las estrepitosas caídas han provocado grandes oportunidades dentro de prácticamente todos los activos de la renta variable.
Cuando prácticamente un mercado inundado de pánico hacia estremecer de pavor a los inversores, más condicionados por la negatividad de la masa, muchos otros veían una clara oportunidad y aprovechaban la tesitura para lanzar operativas alcistas a precios óptimos, para el medio/ largo plazo.
Aún así estas subidas corren el riesgo de verse limitadas de nuevo. El peligro llegaría de la mano de alcanzar unos niveles lo suficientemente óptimos, que provocara el cierre masivo de posiciones por parte de los mismos inversores que han estado atenazados por el miedo. Aunque todavía esa situación aún queda lejos, parece que el optimismo podría reinar en el mercado las próximas jornadas.
Flujos de capital
Los focos de incertidumbre siguen existiendo y no han desaparecido e incluso podrían incrementarse. Algo que en el corto plazo podría ser positivo como son la bajada de tipos hasta llegar a una rentabilidad negativa porque incrementaría los flujos de capital y endeudamiento que favorecería el factor consumo, que de manera directa mejoraría el gran problema que tenemos de inflación.
Pero el tiempo también nos ha hecho ver que en el medio plazo los tipos negativos pierden eficiencia e incluso son perjudiciales, ya que los niveles de endeudamiento se estancan, la liquidez dentro de los activos monetarios se reduce -y es poco eficiente- y atractivo para el inversor.
Aún con esta idea seguimos valorando la actuación por parte del BCE como una realidad, lo que ocasionaría un escenario idóneo en el corto plazo para la renta variable.
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Jorge López es analista de XTB