Llinares: "Servidores públicos nos han robado la cartera mil veces sin que nos diéramos cuenta"

VALÈNCIA (EP). El abogado Joan Llinares, quien ayudó a destapar casos de corrupción como el del Palau de Barcelona o el IVAM en València, afronta su nuevo cargo como director de la Agencia Valenciana de Prevención y Lucha contra el Fraude y Corrupción con "ilusión", "fuerza" y "sin miedos" para plantar cara a la corrupción: "Algunos que pensábamos que eran servidores públicos nos han robado la cartera mil veces sin que nos diéramos cuenta. Hay que poner freno".

Llinares, quien comenzó su carrera como secretario del Ayuntamiento de Sumarcárcer tras la Pantanada de Tous y pasó a ser gestor cultural y jurídico en instituciones valencianas y catalanas, ha lamentado que mientras la corrupción se ha perfeccionado para saquear las arcas públicas, los sistemas de control de las administraciones no han evolucionado al mismo nivel.

Al respecto, ha comentado en una entrevista concedida a Europa Press: "Las estructuras corruptas, con poder, han sabido dotarse de mecanismos para falsificar facturas, inventar contratos o derivar subvenciones sin que estas anomalías fueran detectadas. Mientras todo esto se ha perfeccionado y se ha dado apariencia de que todo estaba bien, los sistemas de control no han estado a la altura de las circunstancias".

Llinares ha explicado que estos sistemas han servido, hasta ahora, para que "administrativamente" se cumpliera con los deberes respecto a la ley presupuestaria, tributaria o de contratos. "Pero con eso no basta", ha afirmado. "La corrupción --ha agregado-- es un organismo que está ahí y se desarrollará más o menos en función de que tengas controles y medios".

Además, ha apuntado que frenando la corrupción con controles especializados, se conseguirá una administración "mucho más eficiente" ya que "no se gastarán recursos económicos en cosas que no se deben gastar". "La buena gestión es eficiencia económica y aprovechamiento de recursos", ha apostillado.

En este sentido, ha aseverado que en un país donde no hubiera corrupción, los impuestos podrían bajar perfectamente, "además de que se podrían hacer más cosas de las que se han hecho". A su entender, "cuando alguien no está haciendo bien su trabajo, lo estamos pagando todos. Y cuando alguien se está llevando dinero, ese dinero es de todos".

"Cuando nos roban la cartera, montamos un escándalo y lo denunciamos en comisaría. Y en la corrupción, esa cartera nos la han robado mil veces sin que nos diéramos cuenta los que pensábamos que eran servidores públicos", ha lamentado. "El ladrón que te roba la cartera es un ladrón de profesión. Pero quienes nos han robado con la corrupción, su profesión pensábamos que era la de servidores públicos", ha apostillado.

"Casi imposible que acabe"

Llinares ha afirmado que duda de que llegue un momento en el que no haya casos de corrupción. "Acabar con esta lacra es posible que no podamos acabar, pero conseguir detectarla será la mayor aspiración, para que quien actúe mal, que sepa que se le va a pillar", ha subrayado.

En este contexto tendrá "especial importancia" la Agencia Valenciana Antifraude: "Tenemos medios legales para hacer frente a la corrupción y ahora estamos trabajando en los materiales. La propia existencia de la agencia, en cuanto empiece a funcionar, ya tiene una acción preventiva", ha dicho.

A nivel práctico, la agencia abarcará todas las administraciones públicas valencianas y se guiará por los informes de los propios interventores de las instituciones, además de por la información que llegue de "diferentes vías". "La ley establece la posibilidad de que cualquiera pueda denunciar, tanto si es cargo electo como si no".

Y también la normativa establece --ha recordado-- una protección del denunciante. "La ley da capacidad a la agencia para advertir al órgano del que dependen los funcionarios denunciantes de que no se les puede remover de sus puestos de trabajo ni se puede afectar su categoría ni su vida normal dentro de la administración". Y si no se cumple, se podrá abrir un expediente sancionador que puede llegar a los 400.000 euros.

Esta pieza, la de la investigación, es uno de los ejes de la Agencia Antifraude. Pero Llinares quiere potenciar la prevención y, sobretodo, la documentación y el análisis del por qué de la corrupción. "Quiero llegar al fondo, al embrión a partir del cuál una célula corrompida comienza a actuar", ha aseverado.

 "Me gustaría saber --ha añadido-- qué causas mueven a una persona que lo tiene todo y que profesionalmente ha alcanzado la cima para convertirse en alguien corrupto. Personas que tienen buenas retribuciones, prestigio y poder y acaban quedándose con la recaudación de las personas que han sufrido un terremoto en el país más pobre del mundo" --ha dicho en referencia al caso Cooperación en el que está procesado el exconseller Rafael Blasco--.

Llinares ha apuntado al respecto que la religión resuelve esta incógnita "de forma fácil", diciendo que "la maldad existe y que hay malos. Y puede que algunos encuentren consuelo con eso. Pero yo no. Debe haber una causa para que se produzca esa maldad y haya estado tan permitida y bendecida".

"Es una pena"

Por otro lado, el director de la Agencia Antifraude se ha referido al sistema judicial español y ha lamentado que el hecho de que no se reforme, "forma parte de la protección a la corrupción". "No hay motivos para entenderlo. Es una pena, pero es la realidad actual. Hay falta de medios y de recursos y los procedimientos no se hacen con la agilidad con la que se deberían tramitar", ha señalado.

"Esto es uno de los lastres, junto a la sensación ciudadana de que todo está corrupto", ha agregado. Y ha apuntado: "Si se descubre un caso, se instruye rápidamente y se juzga, se encapsulan los hechos. Pero cuando se lleva tantísimos años con Gürtel, Brugal o Cooperación, todo es una especie de magma en el que la sensación que se traslada es la que ha generado el desprestigio de la administración", opina.