VALÈNCIA (VP). Con motivo del confinamiento decretado por el estado de alarma, el Ayuntamiento de Llíria puso en marcha un plan de ahorro energético que se ha ido aplicando con diversas acciones, a lo largo de estas semanas, en vías públicas y edificios municipales.
La concejala de Obras y Servicios, Fina Torrijo, ha destacado que con estas medidas, que afectan a espacios públicos que ahora la población no puede frecuentar, se prevé reducir un alto porcentaje del consumo de luz, que podremos conocer con exactitud dentro de un mes, y lo que significa también que se generarán menos emisiones de CO2”. “Todo ello supondrá un importante ahorro energético y económico para el municipio”, ha añadido.
La ejecución de este plan se ha diseñado en un trabajo coordinado entre técnicos de distintos departamentos, brigadas y policía local. “El objetivo ha sido hacer un uso razonable de la electricidad en estos momentos, pero siguiendo siempre los criterios de seguridad necesarios”, ha apuntado la concejala.
Las medidas adoptadas incluyen el apagado completo de los edificios municipales que no están en uso; la reducción del tiempo de iluminación exterior de algunos monumentos históricos como la iglesia de la Sangre o la ermita de San Vicente; la anulación de algunas fases del alumbrado de calles, plazas, parques o por ejemplo las subidas a San Miguel y Santa Bárbara; al mismo tiempo que se ha negociado con la suministradora eléctrica la reducción de la potencia contratada en determinados edificios públicos.