ESCAPADAS HEDONISTAS

Lo que viene este verano en Baleares

Aperturas hoteleras para la época estival de isla en isla

| 09/07/2021 | 7 min, 9 seg

Este verano seguirá siendo, principalmente nacional. Y las opciones dentro de la península son muchas y variadas, pero las islas ganan por goleada. El archipiélago Balear se ha puesto las pilas y en materia turística, presenta novedades para el viajero ávido de cosas que hacer, ver, contar y probar. El interés en el mercado es real y numerosos ranking y estudios así lo atestiguan.

La buena situación epidemiológica y sus numerosos alicientes, las convierten en el destino perfecto. Eso sí, para controlar que todo siga como hasta ahora, exigen al viajero una prueba negativa de antígenos o PCR o bien, el certificado de vacunación. Que todo sea eso y que los viajes sigan siendo seguros. Hoteles y más hoteles, para vivir un verano de isla en isla.

Ibiza 

OKU Ibiza

Con la fiesta desbancada por el momento, Ibiza vive un renacer en clave disfrute. Y las razones no son pocas. Puede presumir de ser una de las islas más estimulantes del Mediterráneo y por ello, los hosteleros la eligen para seguir abriendo negocios. Como es el caso del desembarco del primer hotel OKU, el primer cinco estrellas abierto en la bahía de Cala Gració. Cuatro piscinas, entre ellas la más grande de toda Ibiza y un diseño muy en consonancia con la bohemia ibicenca hacen el resto. Tierra, mar, aire... se funden a la perfección con el uso de materiales naturales como el lino o la madera o las luces y las sombras que se cuelan en todos sus espacios.

OKU se presenta como una forma de vivir, a ritmo pausado y dejando las preocupaciones en la puerta de entrada. Clases de yoga en la azotea, un spa con tratamientos que utilizan productos naturales y la joya de la corona, OKU Restaurant, a cargo de Mark Vaessen, ex Sushi Samba. La suya es una cocina de corte nipón y fusión, a base de sushi, platos a la robata, tempura, anticuchos o platos emblema de la casa, como el japanese black wagyu con salsa anticucho, miso y ajo crujiente. Place to be de los buenos.

La Torre del Canónigo

Quien conoce Ibiza, sabe que Dalt Vila es uno de sus mayores tesoros y precisamente allí ha abierto otra de sus novedades en materia hotelera. Se llama Torre del Canónigo y encaramado sobre la fortaleza ibicenca, reabre tras una profunda renovación, con 25 habitaciones concebidas por Lázaro Rosa-Violán, con mucha historia, como la que se cuenta dentro de sus paredes. Al adquirir el mítico El Corsario, rememoran a sus huéspedes ilustres, con personalidades como Grace Kelly, Salvador Dalí o Rainiero de Mónaco. Y ahora tú, claro. El jardín de olivos del tercer edificio, Casa Puget, pertenecía a un convento jesuita del XVI. Ahora es una piscina con chill-out al abrigo de buganvillas.

Al frente de la cocina del Corsario Restaurant & Terrace, se ha puesto al chef Miguel Bonet, viejo -aunque es muy joven- conocido en la isla, donde brilla con su restaurante Es Ventall. Tal y como hace con su espacio, aquí han apostado por los sabores ibicencos tradicionales, con ese twist que da la contemporaneidad. La cena en su terraza, con vistas a la bahía de Ibiza, es cuanto menos memorable.

Nativo

Barefoot luxury. O lo que es lo mismo, el lujo de ir descalzo y relajado. Este adalid de ese modo de vida, hace apenas unos días que abrió por primera vez sus puertas. ¿Te imaginabas andar por arena de playa en un hotel de interior? La vida bohemia vuelve a despuntar en este espacio, que busca volver a esa Ibiza de siempre. Los creadores de Aguas de Ibiza, buscaban crear un espacio donde nutrir tanto cuerpo, como mente, en un lugar donde reina la vegetación, las terrazas y una piscina donde la vida pasa más despacio. Se han inspirado en la filosofía japonesa del wabi-sabi, conocida como la belleza de lo imperfecto, para dar luz a 99 habitaciones con mobiliario minimalista, natural y orgánico y luz a raudales, pensando siempre en lo mediterráneo como concepto.

A los fogones, Omar Malpartida, que ha encontrado su razón de ser en la Pitiusa. Si ya despuntó con Maymanta, aquí estará al frente de Wild y HUMO, ambos espacios gastronómicos del hotel. La idea de Wild es apostar por una menú saludable y más ligero, para comer junto a la piscina y con platillos de street food, mientras que en HUMO, situado en el rooftop del hotel, será el espacio donde se vuelva a los orígenes, con sabores peruanos, platos fríos y brasas a gogó.

Formentera

Casa Pacha  

Si se podrá abrir o no el club ibicenco, todavía es una incógnita. Pero el Grupo Pacha ha extendido sus alas y sale de la Pitiusa. Se establece en Mykonos con una sede de Destino Pacha y Lío y llega a Formentera, con la apertura de Casa Pacha. Tan solo 14 habitaciones, a pie de playa en Es Caló. Es lo que se encuentra uno cuando llega a esta delicia de hotel boutique. “Sea un invitado en nuestra casa”, proclaman y así es como se siente uno allí.

Vistas al mar, habitaciones sencillas en modo mediterráneo, con fibras naturales, colores neutros y unas vistas al mar de infarto. ¿Un plus? Su restaurante en Es Arenals donde la idea es comer con los pies descalzos. Capitaneado por Pau Barba a modo de chiringuito moderno, apuesta por producto local de calidad, resuelto en platos como unos irresistibles huevos fritos con langosta al estilo de Formentera.

Menorca

Cristine Bedfor

Damos el salto a Menorca. Sus aguas cristalinas, playas de arena blanca y su gastronomía han conquistado a locales y visitantes. Cómo para no hacerlo. Una de sus más radiantes novedades es Cristine Bedfor en el centro de Mahón. Bautizado como su propia creadora, vive en la filosofía de hacer sentir a sus invitados, como miembros de su familia. El concepto trasciende lo que conocemos como hotel, con 21 habitaciones decoradas y pensadas por amigos de la anfitriona, para dar lugar a un espacio elegante y sofisticado, a la par que acogedor. Y de eso tiene 'culpa' su interiorismo, sus telas y objetos casi de gabinete de curiosidades adquiridos en anticuarios de toda Europa.

Y claro, el jardín. Exuberante y con una piscina donde refrescarse cuando azota el calor. Uno no quiere irse nunca de allí y más si se reserva en su espacio gastronómico a cargo de Ses Forquilles, con Oriol Castell y Marco Collado al frente. Puro sabor menorquín y cocina de kilómetro 0 arraigada en la tierra, para poner en el plato la verdadera esencia de la isla.

Mallorca  

Can Aulí

Volver a Mallorca siempre es necesario. A disfrutar de Maca de Castro, Andreu Genestra, Santi Taura, la coqueta Valldemossa, las aguas paradisíacas de Es Trenc, las ensaimadas... O por el notición de la incorporación de Óscar Velasco como director gastronómico de Finca Serena. Otra razón más, Can Aulí, un hotel en Pollença con vistas a la Sierra de Tramuntana. Abrió sus puertas el verano pasado, pero al poco, tuvo que volver a cerrar por las nuevas restricciones. Esta temporada regresa con fuerza para ofrecernos un oasis de calma y serenidad. Emplazado en una mansión del XVII, convive a la perfección con el diseño y el arte de la isla, en un espacio tal y como era la estructura original, resuelto en 21 habitaciones, en clave slow life y consciente, porque por ejemplo los kits de baño son de bambú y se ha utiliza pintura ecológica para dar color a sus paredes.

Hay más, una zona chill-out, una piscina rodeada por un jardín con vistas a la sierra Patrimonio Mundial de la Humanidad y una apuesta por lo local en su propuesta gastronómica. Para el desayuno encontrarás frutas recién cogidas del árbol, pan casero, embutidos y quesos de la isla... Además de cocina local y saludable en su restaurante de cocina sencilla, con platos como una coca del maresme de Esment con tomate de ramallet, quesos locales y de las baleares, un llonguet de Pollensa con sobrasada y miel o el famoso helado de Can Butxaca como postre imprescindible.

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