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Culturplaza analiza los largometrajes de la Sección Oficial de Cinema Jove 2021
VALÈNCIA. Ayer, en este mismo repaso por las películas de la Sección Oficial de Cinema Jove 2021, poníamos el énfasis, a partir de Brother’s Keeper, en las dificultades para desarrollar necesidades vitales en espacios hostiles, en los que el paso del tiempo es la solución propuesta por las personas conservadoras para que los conflictos se resuelvan. En el caso de la película del Kurdistán, el contexto era el de un niño internado en un orfanato que cae gravemente enfermo, y que no recibe la asistencia necesaria. Comparte Brother’s Keeper un pilar fundamental con Looking for Venera, la ópera prima de Norika Sefa: un desarrollo artificial de las cuestiones humanas más básicas propiciados por estructuras de poder. Aunque en el caso de este segundo film, aquí no se trate tanto de la vida y la muerte, sino del deseo.
Venera es una joven que vive en un pueblo de Kosovo. En su casa conviven tres generaciones de una familia heteropatriarcal y tradicional. Por tanto, se siente atravesada por tres opresiones: la de la brecha generacional, la de género y las dinámicas de los pueblos. Venera quiere descubrir una vida amorosa y su sexualidad, pero acaba estando censurada por su familia, juzgada por los mayores y observada por el resto del pueblo.
La propuesta de Sefa es hacer inconformista al personaje de Venera en vez de esclava de esas relaciones de poder. Ni la familia ni el pueblo ni la tradición se lo ponen fácil, pero, ¿a quién le importa? A partir de entonces, la película trata de presentar cómo los engaños y las aspiraciones escalan, con ayuda de las personas que rodean, una situación que se cronifica. Nada puede luchar contra la madurez, que cada persona vive individualmente, ni siquiera aquello que sustenta la idea de la comunidad rural.
En este sentido, la película no busca estigmatizar a la familia, sino a presentarla como un fenómeno ambivalente, que puede proteger u oprimir, dependiendo de los valores que maneje. La radiografía del pueblo deja un halo de luz, que sin embargo depende de una gestión que se lleva de puertas hacia dentro; y por tanto donde lo colectivo vive estancado en aquello que se supone que está bien.
Norika Sefa dirige y escribe el guion, y cede el historia al servicio de este. Otro punto en común con Brother’s Keepers: desarrollar la historia en un territorio que, de alguna manera, es espejo de sus personajes. Kosovo, al igual que Kurdistán, es un territorio oprimido, que no puede desarrollarse de manera natural, oprimido por unas estructuras de poder como son un Estado.
Con todo esto, Looking for Venera se alza como un relato singular, en el que si bien se plantea una problemática que no es nueva, pocos filmes lo abordan con el optimismo desde el que lo hace este. En este sentido, tal vez pueda encontrar en Mustang, el film de Deniz Gamze Ergüven que habla de un padre ultraconservador al que se le escapan de las manos sus cinco hijas, su principal referencia. El final de Venera, en todo caso, opta por no ser trágico.
El film se alzó con el Premio Especial del Jurado de la Tiger Competition en el Festival de Rotterdam.