MADRID (EP). Los bancos acreedores de Abengoa y los bonistas confían en llegar antes de que acabe el mes de julio a un acuerdo definitivo para cerrar el plan de reestructuración de la compañía, pese a reconocer que las negociaciones con la empresa van más lentas de lo esperado, informaron a Europa Press en fuentes financieras.
Las mismas fuentes atribuyen las posibles tensiones de liquidez que pueda afrontar la compañía, con dificultades para abonar la paga extra de verano de la plantilla, a ese retraso en la marcha de las negociaciones, si bien creen que una vez firmado el acuerdo esas tensiones desaparecerán.
Además, recuerdan que los acreedores han suscrito ya tres rondas de financiación por más de 400 millones de euros que han servido para dar oxígeno a la empresa andaluza, a la que emplazan a ser más proactiva en su proceso de desinversiones de activos no estratégicos, algo que le permitiría aliviar su deuda y sus posibles tensiones de liquidez.
El pasado 30 de junio, Abengoa y sus acreedores firmaron un principio de acuerdo que establece sus nuevas necesidades de liquidez en unos 1.200 millones de euros, frente a los 1.500-1.800 millones iniciales. Así lo anunció en la junta general de accionistas el presidente de la compañía, Antonio Fornieles.
La inyección de dinero nuevo es de casi 500 millones de euros, a los que hay que sumar 515 millones de euros de los créditos ya inyectados, que habrá que refinanciar o quitar, y las comisiones e intereses correspondientes, informaron a Europa Press en fuentes al tanto de las negociaciones. Falta por cerrar quiénes pondrán los avales, que son aproximadamente otros 250 millones de euros.
El comité de bancos está compuesto por Bankia, Banco Popular, Banco Santander, Caixabank y Credit Agricole, mientras que el grupo de inversores de nuevo dinero está actualmente integrado por Abrams Capital, The Baupost Group, Canyon Partners, The D.E. Shaw Group, Elliott Management, Oaktree y Värde.
Ambos grupos, que han procedido a un due diligence financiero durante los últimos meses, han trabajado con Abengoa con el objetivo de aportar una línea de financiación de nuevo dinero y nuevos avales, que serán ofrecidos a los acreedores actuales.
La intención es que antes del próximo 29 de julio el juez tenga en sus manos la homologación de este acuerdo con al menos el 75% de las adhesiones necesarios.
Con este acuerdo, Abengoa esquivaría de manera definitiva la amenaza del concurso de acreedores, después de que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla concediera el pasado mes de abril una prórroga de siete meses, hasta el próximo 28 de octubre, para su cierre definitivo.