VALÈNCIA. La subasta de los 300.000 metros cuadrados de terreno del PAI del Grao, en València, pertenecientes a la mercantil Acinelav Inversiones 2006 ha dado un vuelco después de que el administrador concursal, la firma catalana Rousaud Costas Durán, haya modificado las condiciones de la subasta mientras estaba abierto el plazo de la convocatoria pública.
Según ha podido saber Valencia Plaza, el despacho catalán se envió a finales de la semana pasada una notificación a los participantes en la subasta en la que informaba de que abría otro proceso competitivo con diferentes características aunque el mismo plazo de finalización, este jueves, 27 de julio.
La modificación de las condiciones se produjo cuando las dos ofertas más altas, una de capital dubaití presentada por la sociedad Pereabros Investment y otra de Business Together SL, habían renunciado sucesivamente a depositar el aval que se les requería para completar la adjudicación. Sus ofertas eran de más de 40 y 35 millones de euro, respectivamente.
Llegó entonces el turno de la tercera puja por las parcelas ubicadas junto al abandonado circuito urbano de Fórmula 1, presentada por Net de Gerrers. Fue en ese momento cuando los licitantes recibieron la notificación de que se abría un nuevo proceso con cambios no muy grandes pero sí de calado en algunos casos, como el del precio de las parcelas hipotecadas en favor de los bancos acreedores.
Valencia Plaza trató este lunes de ponerse en contacto con el despacho Rousaud Costas Durán, pero no obtuvo respuesta ni devolución de la llamada.
Entre las firmas que pujaron por los activos de Acinelav (además de Pereabros, Business Together y Net de Gerrers) se encuentran la sociedad inversora Atitlán, de Roberto Centenoy Aritza Rodero; una gestora de fondos radicada en Barcelona, y un inversor español representado por la consultora inmobiliaria CBRE.
Los metros cuadrados del PAI del Grao en manos de Acinelav Inversiones representan más de un tercio del total del terreno en el que se integra el trazado del circuito urbano. El resto del suelo se encuentra en manos de la administración pública y de particulares. Las últimas cuentas depositadas por la enseña en el Registro Mercantil, correspondientes al ejercicio 2012, cifraban el valor de los terrenos de Acinelav en 280 millones de euros tras sufrir un deterioro de 39,9 millones respecto a un valor inicial de 319,9 millones de euros.
Los propietarios de la sociedad, que se fue al traste durante la crisis, eran -de mayor a menor- Bankia Habitat, Pavasal, Construcciones Valencia Constitución, Kiraly Desarrollos Inmobiliarios (participada por Gesfesa) y el constructor Salvador Vila, según recoge el Registro Mercantil. La participación de Bankia acabó en manos del 'banco malo' con la reestructuración bancaria; y la del resto, controlada por la banca acreedora tras ser declarada su insolvencia en 2011. El pool de acreedores lo lidera el BBVA.