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MADRID, (EP). Los anestesistas prefieren escuchar, con volumen bajo, blues o jazz durante una operación, mientras que los cirujanos se decantan más por las 40 canciones más escuchadas a un volumen más alto, según ha mostrado una investigación realizada en Estados Unidos en la que se ha entrevistado a médicos, enfermeros y pacientes.
"Como la música es común en el quirófano, pensamos que sus efectos son clínicamente relevantes y merecen más investigación", ha aseverado el autor principal y doctor del Centro de Oncología MD Anderson de University of Texas de Houston (Estados Unidos), Claudius Conrad, cuyo trabajo ha sido publicado en 'Surgery'.
De hecho, de los 282 pacientes y 390 médicos, residentes y enfermeros especializados en cirugía y anestesiología entrevistados, tres cuartos dijeron que disfrutaban la música, principalmente el rock, los clásicos y los 40 temas más escuchados.
Además, más del 40 por ciento dijo que siempre debía haber música en el quirófano y la mayoría pensaba que la elección debía ser del cirujano o del equipo quirúrgico.
En este sentido, los médicos de planta preferían la música clásica frente a géneros como el 'hip-hop' o la música electrónica. Los enfermeros y los cirujanos tendían a escuchar la música más fuerte que los residentes y los médicos de planta, mientras que los cirujanos escuchaban música a más volumen que los anestesiólogos.
"La capacidad de un equipo de comunicarse y funcionar como una unidad es uno de los determinantes más importantes de éxito y es clave para la atención de calidad, la prevención de los errores médicos y la respuesta a crisis inesperadas, en especial en la interacción entre el cirujano y el anestesiólogo", ha comentado Conrad.