VALÈNCIA. La drástica reducción de los ingresos de la EMT de València sufrida en 2020 y la lenta recuperación des de entonces la empuja a una situación delicada: no cumple los requisitos para continuar siendo considerada como un "productor de mercado" externo al Ayuntamiento, según consta en un informe reciente del Interventor consistorial.
Si dejara de tener esta condición de "productor de mercado", el déficit y la deuda de la compañía que preside Giuseppe Grezzi se contabilizarían engrosarían el déficit y la deuda del Ayuntamiento de València, cosa que ahora no ocurre.
La normativa exige que la facturación de la compañía cubra al menos la mitad de los costes para considerarla "productor de mercado", y si bien la EMT cumplía este requisito, lo dejó de hacer en 2020 y todavía no se ha recuperado. "Resulta evidente el impacto que la Covid ha podido tener en el transporte de viajeros durante los ejercicios 2020 y 2021", expresa el interventor, que tampoco espera que en 2022 se vaya a normalizar la situación ante el "escenario económico" que hay.
En ese sentido, el informe señala que los datos por ahora "no determinan por sí mismos la necesidad de una reclasificación de la sociedad", pero sí "aconsejan la realización de un seguimiento específico de la situación de la empresa en el presente ejercicio y en los siguientes". Ahora bien, insiste en que si los presupuestos de 2023 mantienen esta "tendencia" negativa, "la situación pasaría a ser estructural" por durar ya varios años.
Tras conocer el informe, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, advirtió que el consistorio "se podría estar exponiendo a una sanción por no cumplir con la normativa europea" y lamentó "la sangrante pérdida de viajeros a lo largo de estos últimos años" y la "crisis muy acusada" de la EMT. Por ello, Giner pidió al alcalde, Joan Ribó que inicie los trámites para "trasladar la gestión directa de la EMT al Ayuntamiento".
El mismo informe revela que la firma necesitará 36 millones de euros para compensar las pérdidas acumuladas de años anteriores, lo que a juicio del edil del PP Carlos Mundina es una "cifra elevadísima". "Ese dinero tiene que estar en el bolsillo de los valencianos y en inversiones en los barrios y no inyectarse a la EMT para tapar el agujero que está haciendo Grezzi con el aplauso del señor Ribó", afirmó Mundina.
Concretamente, el interventor explica que el resultado final del ejercicio 2020 es de unas pérdidas de 29,1 millones de euros, 11 más de lo previsto debido a la liquidación del IVA que la EMT no había abonado de años anteriores por parte de la Agencia Tributaria. Así, aquel año se cerró con unos fondos propios negativos de 33,2 millones de euros. Y aunque en 2021 hubo beneficio de 2,8 millones, el interventor resalta que el Ayuntamiento inyectó 12 millones más ese año que el anterior, además de otros 10 millones como socio único. Así, a finales de 2021 la firma tenía unos fondos propios negativos de 20,3 millones.
"Los valencianos están pagando la mala gestión de Grezzi en la EMT, que sigue siendo un pozo sin fondo, acumulando pérdidas y sin ofrecer un servicio del transporte público con las frecuencias y las líneas necesarias para los valencianos. Insistimos en la necesidad de que los técnicos municipales intervengan la EMT", aseveró Mundina en ese sentido.