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VALENCIA, (EFE). El 13 % de los bebés con trastorno autista (TEA) se despierta más de tres veces por la noche, mientras que en los niños sin TEA esto sólo sucede en un 5 % de los casos, según el jefe del Servicio de Pediatría y Unidad del Sueño del Hospital Quirón Salud Valencia, el doctor Gonzalo Pin. Este experto ha realizado estas declaraciones en el marco de la XXIV Reunión Anual de la Sociedad Española del Sueño.
El TEA, cuyo día mundial para su concienciación se celebra el próximo sábado 2 de abril, afecta a uno de cada 150 niños en el mundo y no suele ser diagnosticado antes de los tres años de edad. Los pequeños que lo padecen presentan deficiencias persistentes en comunicación e interacción social, lo que hace que mantengan una relación anormal con las personas y los objetos, además de una ausencia o un retraso en el lenguaje y los patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Otros de los signos distintivos son "su dificultad para conciliar el sueño y la disminución del tiempo del mismo y de su eficiencia, es decir, de su poder reparador", afirma el doctor Pin, el cual ha añadido que esta es una tendencia que suele persistir a lo largo de su vida. Según el doctor de la Quirón, este problema puede venir motivado, entre otras cosas, por la presencia en algunos de estos niños de un posible retraso en la secreción de la hormona que prepara el organismo para el sueño y por una mayor respuesta a estímulos sensoriales.
Esta tendencia al descanso más corto en el niño con TEA también podría dar lugar a la aparición de mayores dificultades en comunicación social de los tres a los 11 años de edad, además de afectar a su desarrollo cognitivo.
Como comenta el especialista, "mientras, en general, los niños con TEA tienen peor memoria de consolidación que aquellos sin TEA, ambos muestran mejor capacidad de aprendizaje después de un período de sueño adecuado, por lo que estos hallazgos sugieren que el reposo podría servir para mejorar la consolidación de la memoria ligada al hipocampo, tanto en los menores con problemas del neurodesarrollo como en los que no lo padecen".
En cuanto al tratamiento de los trastornos del sueño de los pequeños con TEA, el doctor Pin afirma que es importante reconocer que en ellos suele estar presente una respuesta negativa a estímulos sensoriales como la luz, el sonido o las experiencias táctiles, por lo que es importante evitar los juegos estimulantes, las luces brillantes o los sonidos altos previos a la hora de dormir. Además, conviene regularizar la hora de acostarte y levantarse tanto en vacaciones como entre semana y recordar que cada niño tiene su propio ritmo de sueño y vigilia y que este puede ser sincronizado día a día por medio de la luz y actividades sociales regulares que le ayuden a llevar su horario de sueño con el solar.