Ofrecen rendimientos atractivos y, contrariamente a la opinión generalizada, están menos apalancados que sus homólogos estadounidenses como lo analizan desde MainFirst
MADRID. En 2004 el universo de bonos corporativos en moneda fuerte de los mercados emergentes era relativamente pequeño, con un valor aproximado de 270.000 millones de dólares. En 2009 esta clase de activos se había duplicado hasta alcanzar 600.000 millones de dólares, impulsada por la fuerte expansión económica en las economías en desarrollo y, a finales de 2018, ya ascendía a 2,2 billones de dólares. Este universo de inversión también cuenta con atractivos rendimientos, sólidos fundamentales, que siguen mejorando, y todavía tiene un gran potencial de crecimiento continuo. En resumen, la renta fija de mercados emergentes sigue ofreciendo rentabilidad.
Los bonos corporativos de mercados emergentes ofrecen rendimientos atractivos y, contrariamente a la opinión generalizada, hoy en día están menos apalancados que sus homólogos estadounidenses. De hecho, es el apalancamiento de EE UU el que todavía se encuentra a un nivel elevado. Los fundamentales del crédito emergente no sólo resistieron bien, sino que mejoraron aún más en 2018, un año difícil para los mercados mundiales debido a la incertidumbre política, las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal, las crisis monetarias en Turquía y Argentina, así como a la guerra comercial en curso entre Estados Unidos y China.
Además, a pesar de todas las turbulencias políticas y económicas, en diciembre de 2018 el Ebitda de los emisores de bonos de high yield de mercados emergentes aumentó un 27% interanual, mientras que el apalancamiento neto disminuyó de 2,1 veces en diciembre de 2017, a 1,5 veces. Esta mejora ha sido llamativa también en comparación con sus homólogos estadounidenses. En lo que va de año, no vemos ninguna debilidad material en la generación de Ebitda en la mayoría de empresas que han presentado resultados del primer trimestre de los mercados emergentes y esperamos que la tendencia positiva de desapalancamiento continúe.
La razón clave del desapalancamiento de los mercados emergentes está en un gasto de capital (Capex) más conservador. La ratio Capex vs. Ebitda ha ido disminuyendo a la par que el desapalancamiento iniciado en 2017. En términos de crecimiento, el CapEx sólo había crecido un 5% interanual a diciembre de 2018, mientras que el Ebitda había aumentado un 27%. Muchas empresas fueron fuertemente penalizadas durante el mercado bajista en los países emergentes entre 2015 y 2016, mientras luchaban por reducir rápidamente su Capex. Esto es visible en la actualidad, ya que los equipos de gestión se han vuelto más prudentes.
También significa que las empresas están en promedio menos dispuestas a crecer a través de un Capex agresivo y, en su lugar, se centran en oportunidades de expansión específicas, al tiempo que invierten gran parte de su energía en aumentar la eficiencia y reducir los costes.
La liquidez, otro aspecto muy importante que hay que vigilar como inversor en mercados emergentes, ha mejorado significativamente en el último año y la liquidez a corto plazo se sitúa en el nivel más alto de los últimos 10 años. Esperamos que, dados los actuales niveles y la combinación de deuda (deuda a corto y largo plazo), la mayoría de las empresas puedan cubrir cómodamente sus necesidades de mantenimiento de Capex y de financiación a corto plazo, incluso en situaciones extremas de prolongada volatilidad y sin acceso a los mercados de capitales.
A pesar del desempeño positivo que el high yield de mercados emergentes está teniendo este año, los niveles de spread se mantienen prácticamente sin cambios en comparación con el final de 2018, con la mayor parte de la rentabilidad proveniente del carry y la caída de los tipos de interés en Estados Unidos. Teniendo en cuenta la mejora de los fundamentales, creemos que las empresas de mercados emergentes son más resistentes y los niveles actuales ya descuentan un empeoramiento significativo de los fundamentales, lo que ofrece un colchón de seguridad en caso de un mayor empeoramiento de la economía mundial.
Su potencial de crecimiento, sus sólidos fundamentales y sus atractivas rentabilidades, junto con el hecho de que muchos de los bonos en divisas emergentes no están excesivamente correlacionados con los mercados desarrollados, hacen que invertir en ellos -siempre con un sólido conocimiento de los mercados y las empresas- sea una gran oportunidad para los inversores.
Dimitrios Nteventzis y Thomas Rutz son gestores de los fondos MainFirst Emerging Markets Corporate Bond Fund Balanced y MainFirst Emerging Markets Credit Opportunities Fund
Es poco probable que la globalización siga una progresión lineal hacia una aceleración o un retroceso, por lo que un escenario híbrido será más evidente