Los Cines Lys proponen ópera a la hora del brunch  

VALÈNCIA. El próximo domingo, 10 de febrero, Cines Lys inicia el ciclo Brunch ópera, una iniciativa pionera que pretende proyectar contenidos alternativos, en este caso con un renovado repertorio integrado por producciones inéditas y grandes clásicos de la ópera, en un horario no habitual.

Fidelio, grabado en el festival de Salzrburgo, será la proyección que inaugurará este ciclo integrado por siete óperas. Tras ella, les seguirá cada domingo a las 11:00 horas: Andrea Chénier, una ópera legendaria grabada en 1985 en el Teatro Scala de Milán, con la participación de José Carreras; Manon, del Gran Teatre del Liceu de Barcelona; La Favorite grabada en la Bayerische Staatsoper, de Múnich; Tosca del festival de Salzrburg; Ernani del Teatro Scala de Milán y por ultimo Rigoleto grabada en el Festival Dáix, en la Provence.

La distribuidora Versión Digital y Cines Lys, de València, han llegado a un acuerdo para acercar más aún contenidos no convencionales. La colaboración incluye, además, la posibilidad de abonos especiales para estas sietes óperas.

Fidelio, la única ópera de Ludwig van Beethoven fue el punto culminante del Festival de Salzburg en 2015, un emocionante trabajo que llega ahora a los cines. Centrado en la figura de Leonore, quien libera de su encarcelamiento a su esposo Fidelio, es una ópera atemporalmente relevante con poderosas situaciones llenas de emoción con desgarradoras y angustiosas súplicas de Leonore: “Quienquiera que seas, quiero rescatarte. ¡Por Dios! ¡No deberías ser una víctima!”

El director Claus Guth, reconocido por sus profundas interpretaciones operísticas, sustituye el diálogo hablado por amenazadores sonidos, duplicando el papel de Leonore con una cantante sorda. El resultado es una espléndida, emotiva y nueva representación de esta obra maestra, que termina con el colapso del profundamente traumatizado personaje de Florestan, acompañado por una exultante música.

La Vienna Philharmonic Orchestra, acompañada por la Vienna State Opera Chorus bajo la dirección de Franz Wesler-Möstpor, interpreta un intenso y cautivador sonido orquestal, respaldado por un reparto plagado de estrellas incluyendo a Adrianne Pieczonka y Jonas Kaufmann en los papeles protagonistas.

Con Ludwig van Beethoven comienza la desaparición del clasicismo y el principio del romanticismo. Fidelio corresponde a una segunda etapa de su carrera, a un estilo de “transición” donde se observa un cambio de rumbo al considerar el clasicismo como agotado, tratando, para salir del modelo, de plasmar en la música una serie de emociones del ser humano. Se trata de una de sus obras más representativas.