El primer estudio municipal revela satisfacción por la ciudad, la importancia de la EMT, que a los ciudadanos les gusta el carril bici (pero no les apremia ampliarlo), consideran que les falta aparcamiento y les preocupa la limpieza; si hubiera elecciones mañana el partido más votado sería Compromís, por el 15,7% de los encuestados, seguido muy de cerca por el PP (15,6%)
VALÈNCIA. Un 5,7. Un aprobado alto. Esa es la nota que le han dado los 2.210 valencianos mayores de 18 años que han participado en el primer barómetro municipal que realiza el consistorio. El Govern de la Nau, el tripartito, el Ayuntamiento de Ribó, sale así bien parado de un estudio que el propio alcalde, Joan Ribó, presentó este martes junto al concejal de Comercio y Control Administrativo, Carlos Galiana.
La buena valoración no sorprendió a Ribó, pero sí satisfizo, algo que no tuvo reparos en expresar públicamente. Y más teniendo en cuenta el pequeño margen de error real de la muestra (2,32%). El estudio, realizado entre el 22 de febrero y el 8 de marzo, no es el primero sobre la ciudad, pero sí el primero que encarga el actual consistorio. Y no sin malicia, el alcalde recordó que los que se hicieron en el pasado no se hacían públicos, tenían "un coste diez veces mayor" y un margen de error más alto.
Igualmente, el alcalde de València admitió que “la gente valora las instancias próximas mejor que las superiores”, si bien quiso resaltar “la diferencia con el Gobierno español”, que calificó de “significativa”. En concreto, el Gobierno de Mariano Rajoy suspende con un vergonzante 3,6. “Y eso que no se sabían los presupuestos [generales del Estado]”, ironizó. Mucha mejor nota obtiene la Generalitat, donde la dupla Ximo Puig-Mónica Oltra logra un meritorio 5,4.
La encuesta, más un estado de ánimo que un estudio sociológico, revela también un elevado grado de satisfacción de los valencianos. Los vecinos puntúan a su ciudad con un 8,1, mientras que a los distritos en los que habitan les dan un 7,9; dos décimas de diferencia que vienen a corroborar que también son de los que creen que el jardín del vecino es más bonito. En la encuesta también se vislumbra un cierto optimismo, ya que un 43,6% cree que la ciudad ha mejorado en el último año, un porcentaje bastante más alto que la Comunidad Valenciana (28,1%) y España (11,5%).
Más en detalle la encuesta se aproxima a la Movilidad para descubrir detalles como que el medio que utilizan con más frecuencia el 43,1% de los valencianos es el autobús; el 20,3% su propio coche; un 16,5% camina, y un 11% se desplaza principalmente en tranvía o metro. Ya en la cola, la bicicleta, que sólo usan habitualmente el 5,7% de la población, la moto (2,7%), el taxi (0,4%) y el tren (0,3%).
La comodidad para desplazarse dentro de la ciudad recibe una excelente nota, especialmente a la hora de caminar (7,8). El autobús recibe un 6,8, empatado con las bicicletas de uso particular (6,8) y seguido de Valenbisi (6,4) y metro (6,4). Quienes consideran que lo tienen más difícil son los conductores, que puntúan las facilidades para moverse por la ciudad con un 5,8, una nota que aún ser la más baja Ribó hizo ver que era “positiva”.
También positiva es la valoración que recibe el carril bici, el cual es considerado extenso (5,8 de valoración, siendo 10 totalmente de acuerdo), con un diseño adecuado (5,9) y que ha mejorado últimamente (6,3). La puntuación que recibe el mismo es un 6,1, y lo estiman más alto los usuarios con un 6,9 que los no usuarios (5,7). Sin embargo el medio que la práctica mayoría de los encuestados (46,6%) considera que el consistorio debería priorizar es el autobús, muy por delante del metro (18,1%), de la bicicleta (11,1%) o del coche particular (8,8%), una cifra, esta última, que sorprendió y disgusto a Ribó quien no dudó en expresar su contrariedad. De ahí que no sea de extrañar que sólo el 1,8% pida para su distrito que amplíe el carril bici.
¿Y qué es lo que quieren que hagan en su barrio? En primer lugar, mejorar el urbanismo. Un 21,9% de los encuestados reclaman que se realicen acciones en este sentido. Y ello implica desde mejorar las plazas de aparcamiento gratuitas, hasta concluir obras inacabadas, pasando por la señalización. De hecho la gestión del aparcamiento es la que recibe peor nota del Ayuntamiento con diferencia. Los encuestados le dan un 3,9 al consistorio. Los usuarios de coche son incluso más duros y sólo le dan un 3,7. Un 13,7% le pone un ‘0’ al Govern de la Nau. Y eso antes de que estallara la polémica por el carril bus.
En segundo lugar como preocupación, la limpieza. Un 21,3% de los encuestados reclaman más servicios en sus calles, una petición que Ribó admitió no haberle pillado de sorpresa. Así, recordó que era uno de los problemas que habían detectado cuando llegaron al consistorio y que estaban trabajando para solventarlo.
Completa el podio de reclamaciones, los espacios verdes. Un 10,6% de los valencianos a los que se acudió pidieron más espacios verdes. Más atrás, la mejora del transporte público (8,2%) y la de la seguridad (6,7%), pero con matices significativos. Por ejemplo, tanto en los Poblados Norte como los Poblados Sur se reclama más transporte público, una petición sobre la que Ribó prometió “reflexionar”, si bien recordó que también habría que reflexionar sobre si se podría hacer ante las carestías presupuestarias.
Y es que la economía es el gran eje sobre el que pivotan las preocupaciones de los valencianos, entendida tanto la personal como la general. Un 9,7% califica la situación económica de la ciudad como “muy mala”, un 33,2% de “mala” y un 49,8% de “regular”. Sólo el 5,2% la consideran muy buena (deprimente 0,3%) o buena (4,9%).
No en vano cuatro de cada diez valencianos (38,15%) señalan el trabajo como el problema que más le afecta personalmente, y es considerado también el principal problema de España para el 45,1% de los encuestados, de la Comunitat Valenciana para el 38,3% y de la ciudad de València para el 26,9%. La ocupación, a nivel local, inquieta mucho más que la limpieza (13,1%), la corrupción (7,0%), el tráfico (4,2%) o el carril bici (1,7%)
La valoración de los ciudadanos sobre los servicios públicos municipales es en general muy buena, con tres casos especialmente significativos: Mercados Municipales (competencia de Galiana), que obtiene un 6,9; Fiestas Populares, que le supone un 6,8 para Pere Fuset, y Playas, con otro 6,8 para Pilar Soriano. Más curioso resulta el caso de Giuseppe Grezzi, quien ve como algunos elementos de su gestión están muy bien valorados (EMT 6,4; carril bici 6,1), y otros como la circulación a duras penas aprueban (5,1).
La amplitud de este primer barómetro es tal que permite hasta hacerse un mapa de cuáles son los barrios más agradables (un 35,7% de los residentes en La Saidia dicen que los vecinos son lo que más le gusta de su distrito), los más tranquilos (al 77,7% de los habitantes de los Poblados del Norte es lo que más les agrada de su zona), los que tienen más problemas de equipamiento (de nuevo Poblados del Norte, donde un 34% reclaman más servicios) y los más inseguros (en Benicalap el 18,1% consideran la seguridad el principal problema).
Por tener, el barómetro tiene hasta un amago de encuesta política y en él se revela que los valencianos se consideran ligeramente de izquierdas (4,7, siendo 10 derecha y 1 izquierdas). Igualmente, la pregunta de si mañana se hicieran elecciones, descubre que el partido más votado sería Compromís por el 15,7% de los encuestados, seguido muy de cerca por el PP (15,6%). Más descolgados quedarían València en Comú/Podem (10,6%), PSOE (9%) y Ciudadanos (5,3%).
Con todo, el propio Ribó no quiso prestar especial atención a estas estimaciones ya que las consideró como un elemento secundario. De hecho no hay una proyección de cuántos concejales supondría ese porcentaje, se incluye a abstencionistas y voto en blanco en el computo, y por haber tiene hasta un índice de no sabe/no contesta altísimo (29,3% de los encuestados) que desvirtúa la cifra real de votantes de cada partido. Más boceto que foto fija, la pregunta del posicionamiento político lo que permite vislumbrar es lo que ya anuncia la valoración general y es que, a día de hoy, a punto de cumplirse el ecuador de la legislatura, los ciudadanos aprueban al Govern de la Nau.