VALENCIA (VP). La Asociación de Clubes Náuticos de la Comunidad Valenciana este jueves en el Valencia Boat Show, su informe sobre la situación y los retos a los que se enfrentan tanto el sector como los clubes náuticos. Esta información es el resultado de la sesión de trabajo que se celebró hace unas semanas con la Asociación Española de Empresas Náuticas (ANEN), y busca establecer las estrategias de futuro para mejorar el servicio que proporcionan los clubes a socios y usuarios.
Jordi Carrasco, gerente de la Asociación, ha expuesto inicialmente el resultado de la temporada de verano, especialmente influenciada por el turismo, que ha supuesto un incremento de actividad en las escuelas de vela del 10,7% sobre el año anterior, llegando a los 12.400 alumnos, y de un 6% en la de turistas náuticos con embarcación, alcanzando las 29.000 pernoctaciones en amarres, realizadas por 5.150 embarcaciones. El turismo náutico sigue, por lo tanto, su crecimiento, y se afianza como uno de los productos de valor para la Comunidad Valenciana.
También se han dado a conocer los datos facilitados por ANEN referidos a la tendencia del mercado de matriculaciones, que sitúan a la Comunidad Valenciana como la cuarta en el ranking nacional, con 434 embarcaciones matriculadas hasta agosto de 2016, lo que supone casi un 10% más que el mismo periodo del año anterior, y afianza el crecimiento de un mercado muy castigado por la crisis, que se encuentra aún lejos de sus mejores cifras. Por provincias, Alicante es la más activa, con 269, mientras que Valencia matriculó 123 y Castellón 42. Las esloras pequeñas siguen siendo las de mayor representación, con un total de 397 por debajo de los 8 metros de eslora. Es decir, la náutica sigue siendo un deporte popular, lejos del cliché de los grandes yates.
Destaca, sin embargo, el incremento que tiene la matriculación de barcos en lista 6ª, para alquiler, ya que 192, casi la mitad del total, se dedican a este fin, lo que refuerza la tendencia de uso no propietario. Es decir, crece el número de usuarios que prefieren el alquiler a la propiedad de embarcación, siguiendo una tendencia que ya es clara en otros sectores –turismo residencial, entre otros-, y que se afianza en países vecinos como Francia. Esta es una cuestión que deberá ser tenida en cuenta en el futuro, ya que los actuales socios y usuarios de la náutica en España envejecen – más de la mitad se encuentran entre los 46 y los 65 años-, y los nuevos navegantes potenciales prefieran el alquiler o el uso compartido, circunstancia que deberá ser tenida en cuenta tanto por los clubes, como por las administraciones que regulan el uso de las instalaciones náutico deportivas, para permitir que empresas de chárter, clubes de navegación y otros sistemas de uso compartido puedan disfrutar de las instalaciones.
Las relaciones con la administración también han sido objeto de estudio y trabajo, ya que la náutica es el único deporte que está sometido a una regulación estrecha de miras y restrictiva, además de farragosa, ya que intervienen en ella la Marina Mercante, las diferentes autoridades portuarias, las consellerias de educación y deportes, Vivienda e infraestructuras y medio ambientes, sin contar con las diferentes regulaciones locales y bandos de los diferentes ayuntamientos de la costa. Todo este fárrago administrativo hace difícil el despegue de empresas de turismo náutico y muy complicado que los clubes puedan convertirse de verdad en un apoyo a el turismo y puedan incluso desarrollar la promoción del deporte en unas condiciones razonables.
Lo cierto, sin embargo, es que la clave la tienen la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas y la entidad Puertos del Estado, en cuyas manos se encuentra la renovación de las concesiones a los clubes, condición fundamental para construir el futuro de la náutica deportiva y de recreo, darle estabilidad y garantizar las inversiones pendientes. En la actualidad, el RCN de Gandía se encuentra en situación de prórroga administrativa, pendiente de la decisión de Puertos del Estado. Otros 11 clubes de la Comunidad Valenciana esperan unas renovaciones cuya resolución corresponde a la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas.