VALÈNCIA. El empresario Vicente Cotino, sobrino de Juan Cotino (exdirector general de la Policía y exconseller de la Generalitat), ha admitido este martes la mayoría de los hechos que se le atribuyen por la Fiscalía en su escrito de calificación del caso Erial. También lo ha hecho José Cotino, aunque su participación y conocimiento de lo ocurrido es menor.
Ambos testimonios se enmarcan en un acuerdo alcanzado con la Fiscalía y que puede suponer una rebaja sustancial de las penas de prisión. Algo que también ha hecho Joaquín Barceló, el autodenominado testaferro de Eduardo Zaplana y el cual la semana pasada lideró las confesiones.
Los Cotino han reconocido, durante la sesión del juicio, que las adjudicaciones públicas de las ITV realizadas en 1997 y de las que se benefició su empresa familiar fueron amañadas. La investigación apunta a una presunta trama liderada por Zaplana y creada para el cobro de comisiones derivadas tanto de esta concesión como como de la del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana, puesto en marcha en 2003. El objetivo habría sido desviar esas cantidades al extranjero a través de numerosas sociedades para blanquearlas y, posteriormente, retornarlas a España. En total, ese desvío de dinero se cuantifica en 20,6 millones de euros.
En su escrito de calificación, la Fiscalía explicaba que la documentación hallada que dio origen al caso indicaba los conciertos llevados a cabo por el grupo Sedesa (de los Cotino) para obtener las concesiones públicas de las ITV y de los parques eólicos en la Comunitat Valenciana como consecuencia de proceso de privatizaciones iniciado por Zaplana cuando era presidente de la Generalitat. En ellas se señalaban las empresas licitadoras, como así resultó en la práctica, e indicaban el importe que tenían que abonarse a los licitadores para la obtención de las concesiones en virtud de un acuerdo con el dirigente.
El exjefe del Consell, sostuvo Anticorrupción, trasladó las indicaciones pertinentes para la debida adjudicación concertada. De este modo, los dos concursos públicos licitados se diseñaron estableciendo las condiciones subjetivas para que las sociedades constituidas obtuvieran las licitaciones deseadas debido a que contaban con la información administrativa de las condiciones y con los requisitos favorables a su concesión en perjuicio del resto de posibles competidores.
Vicente Cotino ha admitido en su declaración de este martes ante el tribunal de la Audiencia de Valencia que enjuicia los hechos que los términos de este amaño descritos por la Fiscalía son correctos. Su tío Juan Cotino, ha dicho, le transmitió esa adjudicación preestablecida a cambio del soborno.
De acuerdo con la investigación, de esas concesiones, la trama liderada por Zaplana obtuvo comisiones que posteriormente desvió al extranjero, donde se creó un entramado societario para su gestión. Los Cotino, según Anticorrupción, participación en esa estructura de empresas para obtener la primera fase de las adjudicaciones amañadas.
Vicente Cotino ha señalado que su tío Juan (fallecido en 2020) llevó 640.000 euros en efectivo a Luxemburgo, tal como figura en la causa. Le dijo que era por el acuerdo con las ITV y el objetivo era constituir la sociedad Imison Internacional, la empresa matriz de toda la red. De ello se encargó en 2001, ha señalado, Beatriz García Paesa, la sobrina del espía Francisco Paesa. "Cuando le pregunté para quién era ese dinero, me dijo que continuase yo al frente de la compañía durante un tiempo indeterminado", ha añadido.
Una vez hecha esa operación, ha señalado, Juan Cotino le dijo que hablara con Juan Francisco García (entonces jefe de Gabinete de Zaplana): "Él me comentó que había que transferir el dinero a dos sociedades. Una, Imison, se iba a poner a nombre de Barceló; otra, Fenix, a su propio nombre. Todo eso se lo indicamos verbalmente a García Paesa".
Esas transmisiones, ha detallado, se realizaron en 2005, una vez vendida la sociedad que gestionaba las ITV y obtenidas las plusvalías. "El precio pactado fue del 30 %", ha explicado Vicente Cotino .
Vicente Cotino ha asegurado que a partir de ese momento se desentendió de la gestión de las sociedades y nunca tuvo capacidad operativa. Con ello se ha desvinculado de todos los movimientos de dinero que se produjeron desde entonces. Además, ha remarcado que su hermano José nunca tuvo conocimiento de nada de ello.