VALÈNCIA (VP). Eisai, socio japonés de la estadounidense Biogen, mostró en la noche del jueves en España los resultados de su fase II con el anticuerpo BAN-2401. La audiencia que abarrotaba la sala salió, con un tono inusual hasta ahora en el campo, esperanzada y con ánimo positivo. Los datos todavía preliminares muestran que el fármaco es seguro tras 18 meses de administración, es capaz de prácticamente eliminar la proteína amiloide del cerebro en el 82% de los pacientes y que el brazo de dosis más alto (el único que ha dado señales de eficacia clínica) muestra varias lecturas clínicas positivas que apuntarían a un enlentecimiento del deterioro cognitivo que podría ser del orden del 30%.
Es la primera vez que un ensayo a gran escala arroja una señal clínica positiva en los fármacos que exploran la hipótesis amiloide. Aunque un 30% de enlentecimiento (que tendrá que confirmarse aun en un ensayo de Fase III) puede parecer todavía modesto hay que recordar que es así como se ha empezado a vencer al cáncer mediante pasos discretos que llevan a otros más firmes, a menudo en combinación con otros fármacos que exploran otros mecanismos de acción. El mercado, que ya había reaccionado de forma importante hace tres semanas al primer anuncio público volvió a premiar a Eisai y a Biogen que cerraron con un +3,76% y +2,95% respectivamente.
Pero esos datos no fueron los únicos que han causado buenas sensaciones. En la sesión de la mañana, la doctora Michal Schwartz del Instituto Weizmann de Israel mostró a la audiencia los últimos descubrimientos publicados en Cell, Nature y Science que demuestran que los reguladores inmunológicos que se están empleando con tanto éxito en oncología como los anticuerpos anti PD-1 y anti PD-L-1 tienen también un efecto importante en la inflamación que se produce en el Alzheimer y mejoran sustancialmente la cognición en varios modelos animales.
Hay que recordar que recientemente se publicaba también en la revista Cell la fuerte sinergia entre estos anticuerpos y la inhibición de LSD1 una diana que la empresa española Oryzon está explorando en cáncer y en Alzheimer con su molécula ORY-2001. Estos datos de inmunoncologia en Alzheimer podrían suponer por tanto un refuerzo inesperado a la proposición de Oryzon en el campo de las enfermedades neurodegenerativas.