Los diputados Fernando Delgado y Marc Pallarés. VPVALÈNCIA. El pasado mes julio expiró el mandato de los 21 miembros del Consell Valencià de Cultura (CVC). Después de ocho meses de retraso para acometer la renovación del órgano, los grupos parlamentarios de Les Corts ya mantienen conversaciones sobre posibles candidatos para ocupar un puesto en esta institución, y dos nombres comienzan a sonar en los pasillos contiguos al hemiciclo de la Cámara valenciana.
Uno de ellos es el del escritor y diputado independiente en las filas socialistas Fernando Delgado. Pero no es el único. El diputado de Podemos y miembro de la Mesa de Les Corts, Marc Pallarés, que este jueves deja el acta para volver a dedicarse a la docencia en la Universitat Jaume I de Castellón es otro candidato que los grupos barajan introducir en sus papeletas.
Sin embargo, antes de elevar un nombre la principal cuestión a resolver por los grupos es aclarar cuántos miembros podrán proponer cada uno. Es decir, como la ley que regula la institución sólo especifica que los consejeros deben ser electos por dos tercios de la Cámara -66 diputados-, pero no describe si las propuestas las deben hacer los partidos atendiendo a su representación parlamentaria o si podrían optar por presentar 21 candidatos de consenso, las cinco formaciones políticas deben ponerse de acuerdo primero en el método.
Ahora bien, todo apunta a que en esta ocasión se seguirá la misma fórmula empleada a lo largo de esta legislatura en la que todos los grupos han podido nombrar al menos a algún miembro de órganos como en el Consell Jurídic Consultiu (CJC) o el Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC), y a más de uno en función de su representación en la Cámara. De seguir este criterio, al PP le correspondería designar siete consejeros; al PSPV, cinco; cuatro serían nombrados por Compromís; tres por Podemos; y dos por Ciudadanos.
Con estas cábalas, al PSPV le resultaría complicado introducir a Delgado entre sus candidatos, ya que la intención de los del puño y la rosa es mantener a sus consejeros actuales. En estos momentos, los socialistas cuentan con seis miembros en el CVC: las exdiputadas Ana Noguera y Pepa Frau, el exconcejal del Ayuntamiento de València Vicente González Móstoles, Jesús Huguet, Vicente Muñoz y Soledad Giménez, ex vocalista del grupo Presuntos Implicados.
No obstante, fuentes del grupo parlamentario socialista aseguran que la intención de Giménez es no continuar en el órgano. Así, con esta renuncia los cinco candidatos a registrar por el PSPV estarían cubiertos y la propuesta de Delgado sería compleja de contemplar.
La propuesta del escritor y crítico literario, y desde este jueves exdiputado de Podemos, Marc Pallarés cuenta también con algún que otro factor en contra. La intención del PPCV de presentar, de momento, cuatro hombres y dos mujeres sumados a la pretensión de los socialistas de mantener a los tres varones y dos consejeras derivarían en una mayoría de siete hombres y cuatro mujeres. Lo que deja poco margen para que el resto de formaciones presenten hombres.
No en vano, esta es una cuestión que escama en Compromís. Fuentes de la coalición valencianista afirmaban este martes a Valencia Plaza que no tenían "ningún inconveniente" en que sus candidatas fueran todas mujeres, pero su voluntad también era la de conservar en el órgano a Ramón Roselló -propuesto por la UTE electoral compuesta por el Bloc, Iniciativa y Verds-Equo en 2014- y tampoco quieren que el bloqueo que vivió la renovación del CJC hace unos meses a cuenta de la paridad se vuelva a repetir en este caso.
Por su parte, Ciudadanos -que podría proponer a dos miembros- quiere poder presentar un hombre y una mujer. Y, de hecho, estaría dispuesto a ser la formación que propusiera a Pallarés. El también doctor en Comunicación Audiovisual y licenciado en filología catalana cuenta con una fuerte acogida entre los grupos parlamentarios. Su dedicación durante esta legislatura al trabajo en la Cámara hace que tanto en Compromís, PSPV, Ciudadanos e incluso el PP vean con buenos ojos su posible candidatura.
Sin embargo, es precisamente la formación que este jueves abandona la que se enfrentaría dividida a esta coyuntura. Mientras hay parlamentarios morados que votarían a favor de su nombramiento en caso de confimarse su candidatura, otra sección de la formación teme que esta designación se pudiera entender como "una puerta giratoria" -según fuentes del propio grupo parlamentario-. Una visión y temor para el resto de formaciones "exagerada", pero que creen que podría provocar una escisión en el grupo que dirige Antonio Estañ. Al ser voto en urna -secreto- los diputados podrían dividirse en la votación.
Ahora bien, en lo que parece que sí hay acuerdo entre los 99 diputados es en que se vuelva a proponer a Santiago Grisolía como miembro del CVC, y ya sería presidencia de la Generalitat quien decidiera si éste repetiría como presidente del mismo o no. Esta circunstancia, podría provocar que los partidos llegasen a un acuerdo con el PP para que en lugar de siete consejeros, cedieran para designar seis. Esto es porque Grisolía ya fue propuesto por los populares en anteriores ocasiones y no resultaría descabellado que entre las filas del partido de Isabel Bonig aceptasen que él fuese el candidato de consenso.
