VALÈNCIA. Las reuniones formales entre los grupos para abordar la renovación del Consell Valencià de Cultura (CVC) todavía no se han producido, a pesar de que debería estar hecha desde el pasado mes de julio. Sin embargo, tras un informe de los servicios jurídicos de Les Corts que remitieron a la Junta de Síndics el pasado mes de enero, el goteo de encuentros en pasillos para empezar a conocer las intenciones de cada grupo, la cantidad de miembros a designar por cada partido o si las formaciones que ya nombraron a alguno de los consejeros actuales tiene intención de repetir candidatos, ya se están produciendo.
El mandato de los actuales integrantes de esta institución finalizó el pasado mes de julio, por lo que el retraso de los grupos para abordar la renovación del órgano suma ya ocho meses. La cuestión principal para que arranquen las negociaciones y que más preocupa a las distintas formaciones es cuántos nombramientos corresponden a cada uno de ellos. Un aspecto sobre el que resulta necesario que se pongan de acuerdo para que cada partido pueda pensar en los nombres de personas de reconocido prestigio en el ámbito de la cultura que desearían que estuvieran en el órgano.
Esto es porque la ley 12/1985 que regula la institución no establece que los nombramientos correspondan a los grupos en función de su representación en el parlamento valenciano. Sin embargo, en esta última legislatura, cada vez que se han tenido que abordar nombramientos se ha realizado un reparto proporcional en función del número de diputados que tiene cada formación política. Atendiendo a este criterio, al PP le correspondería designar siete consejeros; al PSPV, cinco; cuatro serían nombrados por Compromís; tres por Podemos; y dos por Ciudadanos.
Ahora bien, aunque las conversaciones informales son todavía muy incipientes, ya han surgido los primeros roces entre los partidos a cuenta de la obligatoria paridad en las designaciones. Precisamente este fue el motivo por el que quedó bloqueada la renovación del Consell Jurídic Consultiu hace más de un año y por lo que los grupos que sustentan el Botànic impulsaron la ley de modificación de las instituciones de la Generalitat para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres en sus órganos.
Así, fuentes parlamentarias del PPCV aseguran que, de momento, tienen pensados los nombres de cuatro hombres y dos mujeres de los siete que les corresponden -entre los consejeros actuales a propuesta del PP, 11 son hombres y solo una es mujer-. Además, su intención es "mantener a alguno de los consejeros actuales en el cargo".
Ahora bien, el desequilibrio que supondría que ese séptimo miembro a proponer por el PP fuese también hombre, escama en el Botànic y especialmente en Compromís -impulsor de la ley de paridad en los órganos estatutarios de la Generalitat-, ya que aseguran que si cada grupo pone sobre la mesa a sus candidatos sin que la propuesta sea paritaria al 50%, deberán ser el resto de partidos los que lo compensen con sus designaciones para "equilibrar" la presencia de hombres y mujeres en el órgano.
"Nosotros no tenemos problema en presentar todo mujeres, pero si cada grupo propone mayoría de hombres en sus nombramientos, en el cómputo final volveremos a tener el mismo problema que tuvimos con el Consell Jurídic", advierten desde Compromís.
Con la modificación que se realizó de la ley del Consell Valencià de Cultura, los partidos deben respetar que la representación en el órgano sea de 10 u 11 consejeras -actualmente hay sólo cinco, menos de la cuarta parte-. Con lo que si el PP no propone una tercera mujer, el resto de grupos -Ciudadanos, Podemos, PSPV y Compromís- se deberán repartir el nombramiento de un total de entre cinco o seis hombres para no incumplir con la ley.