Los domingos, al Mercat del Riurau

¿Sabías que en el siglo XIX la Comunitat Valenciana fue una gran exportadora de pasas? Quizás ya habías oído hablar de ello, o quizás te venga de nuevas, pero fueron años de prosperidad económica en el que las uvas, en estado seco -ya que se podían consumir durante más tiempo-, eran todo un portento allá donde viajaban en Europa y sobretodo en Reino Unido. Fueron los ingleses llegados a la Marina Alta, los que vieron todo el potencial del producto. 

Paralela a esta historia, surgía una de las arquitecturas valencianas más tradicionales, única en el mundo y ante todo, funcional. Con la proliferación de la producción masiva de pasas, se levantaron los riuraus, una construcción que lo que hacía era dar refugio a las uvas de las inclemencias del tiempo, mientras avanzaban en su camino hacia la pasificación. Hoy siguen en pie más de 200 y pueden visitarse gracias a la Ruta del Riuraus, asistiendo al espectáculo de l'escaldà, el proceso por el cual se aceleraba el secado de las uvas.

Más allá del punto histórico y tradicional que tienen los riuraus, muchos han sido los que han dado un paso más y se han convertido en espacios de encuentro, de cultura y territorio, de gastronomía y artesanía. Y uno de ellos es nuestro tema de hoy.

Los domingos tenemos una cita. Una de esas que realmente vale la pena. Y no nos valen las excusas ni las perezas, porque el plan es de lo más apetecible. ¿De qué hablamos? Del Mercat del Riurau, un espacio donde este lugar tradicional, se lleva al siguiente nivel. ¿Cuándo y dónde? Cada domingo del mes, a excepción del primero, entre las 9 y las 14 horas, el riurau de Benissadeví en Jesús Pobre.

Pero, ¿cómo y porqué surge esta iniciativa? Y lo mejor, ¿que nos espera allí cada domingo? El Mercat del Riurau abrió sus puertas por primera vez en julio de 2013. Por aquel entonces y aunque nos suene a algo de cada día en los últimos años, los problemas del mundo rural y la consciencia con el medio ambiente, ya eran tema de discusión. Recordemos que nos encontrábamos sumergidos en una crisis económica, derivada de la inmobiliaria, de la que costó dios y ayuda recuperarse. El germen del mercado fue el éxito de unas charlas, “Crisis global, soluciones locales”, organizadas por la Asociación de Vecinos de Jesús Pobre. 

¿Cómo poner soluciones a estos problemas? Dando un impulso económico al territorio, a través de la historia y la conexión con la tierra, con lo de siempre. Y qué mejor que hacerlo en un espacio histórico. Tras rehabilitar el riurau del pueblo, surgió la Asociación Sociocultural Mercat del Riurau, con un único objetivo, convertirse en punto de encuentro entre agricultores, panaderos, creativos y artistas, para volver a poner a la comarca donde se merecía estar y las miras hacia el valor del campo y lo artesanal. 

El Mercat del Riurau es pura tradición con nombres propios. Es el lugar perfecto para comprar frutas y verduras directamente del productor, sin intermediarios y a un precio justo, como lo que vende Joan Floqués del Cult Eco en Pego, Vicent Mahiques o Pilar Gomis de Fruites Ebo. 

Cada domingo, el blat de la Marina (otro de los proyectos de la asociación, el de recuperar las variedades de trigo antiguas de la zona) y Farinera la Marina, hacen que surja la magia en el Raconet del Pa, donde ya sean Raquel y Luis de Obrador Beekery, Rubén Buj de Ommm Bread o Menjars Pili y María, montan un despliegue de bocados a los que es imposible resistirse. Todo tipo de panes, cocas de mil y un sabores, dulces, con el blat de la Marina como protagonista. No faltan tampoco puestos donde se venden embutidos, figatells, patés, quesos, salsas, zumos y un sinfín de delicias que desearás llevarte a casa.

El Mercat del Riurau es pura tradición con nombres propios. Es el lugar perfecto para comprar frutas y verduras directamente del productor, sin intermediarios y a un precio justo, como lo que vende Joan Floqués del Cult Eco en Pego, Vicent Mahiques o Pilar Gomis de Fruites Ebo. 

Cada domingo, el blat de la Marina (otro de los proyectos de la asociación, el de recuperar las variedades de trigo antiguas de la zona) y Farinera la Marina, hacen que surja la magia en el Raconet del Pa, donde ya sean Raquel y Luis de Obrador Beekery, Rubén Buj de Ommm Bread o Menjars Pili y María, montan un despliegue de bocados a los que es imposible resistirse. Todo tipo de panes, cocas de mil y un sabores, dulces, con el blat de la Marina como protagonista. No faltan tampoco puestos donde se venden embutidos, figatells, patés, quesos, salsas, zumos y un sinfín de delicias que desearás llevarte a casa.

El círculo se completa con las propuestas de artesanos de todo tipo, que cada domingo se unen al Mercat del Riurau, como es el caso de la cerámica artesana de el taller de Magari Things, que con Angelica y Jean al frente, crean piezas únicas en Jesús Pobre o de los originales inciensos naturales y saquitos aromatizados de Icaranda Creaciones. Y eso solo por nombrar algunos, porque el mercado invita a todo aquel que trabaje con su misma filosofía, a unirse a un proyecto más vivo que nunca.