VALÈNCIA. Más de cuatro meses después de que, en junio, el Ayuntamiento de València adjudicara el nuevo contrato de la grúa municipal, empiezan a recabarse los primeros datos. La entrada en vigor del nuevo contrato ha supuesto un cambio en el sistema de pago a la concesionaria del servicio -el Ayuntamiento ya no paga por enganches realizados, como antes- y ha venido aparejada de una primera reducción de los vehículos retirados.
Así lo reflejan las cifras mensuales que maneja la concejalía de Seguridad Ciudadana, que dirige Aarón Cano, sobre esta concesión. En la tabla de vehículos retirados mes a mes, a la que ha tenido acceso Valencia Plaza, se observa una reducción del 25% de los enganches practicados por la nueva empresa concesionaria en septiembre y octubre respecto al mismo período del año anterior, con el régimen de pagos anterior: 2.113 este año frente a 2.824 el año pasado.
Se trata de un dato que contrasta con los registrados durante el resto del ejercicio, cuya concesionaria operaba con el régimen transitorio aprobado por la concejalía de Cano. Entre enero y julio hubo 10.273 retiradas de vehículos, un 38% más que en el mismo período de 2021. Incremento que, aunque puede explicarse con la merma de la movilidad de 2021, todavía afectado por la recuperación de la economía, evidencia una tendencia divergente con los meses de septiembre y octubre.
La empresa que operaba en este servicio hasta junio lo hacía de manera interina desde hacía cinco años, cuando el Ayuntamiento de València rescindió el contrato con la UTE Pavapark-Auplasa, que había reclamado en los tribunales la resolución del mismo por falta de rentabilidad. El motivo: las previsiones económicas no se estaban cumpliendo porque la Policía Local no ordenaba los enganches proyectados en un principio como para que la empresa rentabilizara el servicio.
Así, la concejalía que entonces dirigía Sandra Gómez acordó indemnizar a la compañía con 2,5 millones de euros y resolver el contrato para evitar los tribunales, pero la UTE continuó prestando el servicio fuera de contrato hasta que se adjudicara a una nueva empresa, y durante ese tiempo, en cambio de cobrar por enganche, percibía un abono mensual de 360.000 euros. Según la Agencia Valenciana Antifraude, una cuantía muy por encima de lo que debería percibir.
Esta situación se mantuvo durante cinco años hasta este 2022, por lo que durante todo ese tiempo, el pago de esa cuantía mensual habría reportado a la compañía más de 614.000 euros de beneficios extracontractuales desde 2017, según Antifraude. Con el nuevo contrato, adjudicado en junio a la firma Trans-asistencia La Chica, la 'tarifa plana' mensual es de 300.000 euros, como publicó este diario. Y casualidad o no, también ha venido acompañado de una bajada considerable en los enganches realizados por la grúa de València.