MADRID, (EP). El gasto medio de los españoles en productos farmacéuticos es de 76,3 euros al año por habitante, por debajo del destinado a otras partidas como peluquería y estética personal (107,6), consumo de tabaco (120,9) o telefonía móvil (151,6), tres veces menos que en comidas y cenas en restaurantes (221,9) y casi seis veces menos que el destinado a consumiciones en bares y cafeterías (442,6).
Así se desprende del último Boletín de Coyuntura publicado este martes por Farmaindustria a partir de los datos de 2014 de la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicada recientemente, que muestra como la salud representa el 3,5 por ciento del gasto medio anual de los hogares españoles.
El gasto en productos farmacéuticos se refiere al destinado a medicinas y preparados medicinales, sueros, vacunas, vitaminas, minerales, anticonceptivos orales, etcétera, incluyendo aquellos que son de prescripción y cuentan con financiación pública. No obstante, en estos casos sólo se tiene en cuenta el copago hecho por los ciudadanos y no la parte del precio que asume el Estado.
Así, se observa como el gasto per cápita en productos farmacéuticos se ha reducido un 5,1 por ciento con respecto al registrado en 2013, y resulta similar al realizado en telefonía fija (76,5 euros) o servicios recreativos y deportivos (68,5 euros).
Del mismo modo, el gasto medio en estos productos es de 192 euros al año por hogar, representando el 20 por ciento de todo el gasto en salud y el 0,7 por ciento del gasto total, que en 2014 fue de 27.038 euros anuales.
El estudio también ha permitido hacer una comparativa de 2014 con la situación existente en 2011 antes de que se reformara el sistema de copago de medicamentos que, entre otras cuestiones, supuso la implantación de diferentes tramos en función de la renta e incluyó por primera vez a los pensionistas en este sistema. Además, también coincidió con la desfinanciación de más de 400 medicamentos.
Pese a todo, el gasto en productos farmacéuticos apenas ha variado con respecto al total, ya que en 2011 representaba el 0,6 por ciento del gasto de los hogares españoles.
Lo que sí ha cambiado con esta reforma ha sido la aportación del usuario al gasto farmacéutico en España, que se situó en un 11,9 por ciento del total y se aproxima a la media de los países de la Eurozona, sin tener en cuenta las devoluciones practicadas por los servicios autonómicos de salud a los pensionistas que superaran los topes mensuales que fijó el Gobierno para este colectivo.
El Micof, en colaboración con la Dirección General de Farmacia, recomiendan que la ciudadanía no done medicamentos porque puede ser contraproducente para la salud.