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la cabina, dansa valència o trovam marcan una camino para trascender la exhibición

Los festivales crecen con la mirada puesta en la profesionalización

22/05/2022 - 

VALÈNCIA. La Cabina ha abierto este viernes la convocatoria para la primera edición de su laboratorio de cortometrajes y mediometrajes. Se trata del gran paso hacia adelante al que aspiraba el festival, trascender más allá de las proyecciones para convertirse también en un apoyo para la propia creación. Lo hará por la puerta grande y de la mano del Torino Short Film Market, uno de los más importantes del mundo en el formato.

El Aula de Cine de la Universitat de València organiza esta convocatoria para seleccionar ocho proyectos que, durante el festival, podrá contar con la tutorización y la formación de profesionales del sector acreditados, sesiones de pitching con productoras internacionales y la posibilidad (para una de ellas) de viajar a Turín para presentar su guion en las jornadas del festival italiano.

Word-frame La Cabina València-Laboratorio de desarrollo de cortometrajes y mediometrajes (que también se desarrolla en otras ciudades y que a partir de este año, establece una nueva sede en València) tendrá a Áurea Ortiz como directora, Sara Mansanet y Alexia Guillot como coordinadoras, acompañadas de Massimiliano Nardulli y Gonzalo Gómez Lobato y un claustro con nombres como Chema García Ibarra (Espíritu Sagrado), las productoras Sandra Mora, Edwina Liard y Nidia Santiago, y la experta en estrategias de innovación y comunicación Violeta Garín.

Entre las solicitudes, habrá reservada (al menos) una plaza para cineastas de la Comunitat Valenciana, otra para menores de 30 años, y tres para proyectos con autoría femenina, al igual que otros tres para proyectos de mediometrajes.

Desde el Aula de Cine explican que “llevábamos tiempo dar este paso” y que “un festival en la actualidad no puede ser únicamente exhibición, sino que tiene que complementarse con otros formatos que miren al sector profesional y a la creación.

Esta alianza con el Torino Short Film Market permite empezar la iniciativa con un impulso importante y, en el horizonte, se encuentra la posibilidad de que además de premiar con estas jornadas de formación, el festival pueda ir dotándose de más recursos para apoyar económicamente producciones.

La inscripción a este programa ya está abierto y permanecerá abierta hasta el 18 de julio. Los proyectos presentados podrán ser, indiferentemente, documental, animación o ficción.

Dansa València también mira al sector

La nueva etapa de Dansa València, con María José Mora al frente, ha dado un vuelco a las actividades paralelas a su programa de exhibición. Si bien la cita siempre ha contado con un carácter de feria, este año se ha estrenado el que parece que será un nuevo pilar: las jornadas profesionales. “Queríamos estructurar esa identidad de feria y diferenciarnos de otros festivales del Estado”, explica a este diario la directora.

“Lo primero que hicimos fue escuchar al sector y estudiar cuáles eran las necesidades para afinar una estrategia que cubriera necesidades, y ya luego desde la dirección ver cómo se podía articular para hacerlo posible”, añade. Por ello, se ha apostado por dos líneas. La primera, generar “un espacio de encuentro que reúna la danza y el resto de artes del movimiento para crear un lugar de reflexión, intercambio y pensamiento”. Se hace a través de encuentros profesionales, procesos de acompañamiento y la generación de momentos para que los agentes culturales locales, estatales e internacionales puedan conocerse, desde espacios informales hasta formatos parecidos a los pitching. En segundo lugar, un apoyo a la creación a través de residencias, talleres de técnicas de creación, mediación y estancias; una línea que quiere crecer haciendo partícipes a municipios y otros organismos para ser un puntal para el sector mucho más allá de la semana de exhibición.

“La primera experiencia ha sido muy positiva y creemos que ese tiene que ser el camino: el de hacer de Dansa València la gran plataforma de las artes de movimiento local y estatal. Ahora toca empezar a generar sinergias con otros festivales y enriquecer la experiencia del festival”, apunta María José Mora.

Sobre si es o no una tendencia de los festivales por diferenciarse, opina que “el formato del festival es un equilibrio de muchas cosas: un programa escénico potente, pero también una experiencia de la ciudad y explorar todo lo que puede ofrecer el territorio”. En el caso de Dansa València, “cuando nació el festival en 1988, la danza no tenía prácticamente espacios en la ciudad, ahora el contexto es diferente y no podemos hacer cosas a espaldas de la creación. Nos hemos preguntado cómo volver a coger el foco, y creo que se empieza a volver a posicionar. Vamos por el buen camino para ser ese ‘espacio único’”.

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