VALÈNCIA. Que hace falta una revisión del mapa de festivales en València es evidente. Lo dicen en la administración; lo dicen los impulsores de los festivales. Pero, ¿por dónde pasa? El ‘Encontre Festivals a Escena’ cerró ayer su primera edición –que no la última-, una encuentro impulsado por la concejalía de Acción Cultural del Ayuntamiento de València que busca iluminar el futuro a corto y medio plazo de los festivales de la ciudad. Y lo hace cuando hace más falta que nunca. La cancelación el pasado mes de diciembre de Tercera Setmana, un proyecto ideado por la Associació d’Empreses Productores d’Arts Escèniques del País Valencià (AVETID), puso sobre la mesa algunos de los problemas que, entre bambalinas, se rumiaban desde hace tiempo. A pesar de contar con el apoyo de las principales instituciones valencianas, el corto plazo, explicaron sus directores en su día, hizo que fuera insostenible mantener su estructura. Jaque mate. Pero no es el único que se topa con dificultades –algunas derivadas de su relación con la administración, otras no-, generando una fotografía que es bien distinta a la de aquel momento de eclosión del ‘festival urbano’ como respuesta a una València que también ha cambiado.
En un periodo más bien de madurez, toca enfrentar nuevos retos y reordenar, una tarea no sencilla pero que quiere iniciar estos encuentros. A un lado de la mesa, festivales privados de artes escénicas como Cabanyal Íntim, Circuito Bucles, Russafa Escénica o 10 Sentidos ; al otro, representantes del servicio técnico Acción Cultural y de otras administraciones como el Institut Valencià de Cultura, Turisme València, la Agència Valenciana de Turisme o gestores venidos de Cataluña, País Vasco, Madrid y Extremadura. También iniciativas como Mostra Viva, Contorsions, Sala Off, La Cabina, Volumens Fest, Vociferio o Trueno Rayo Fest han participado de un cónclave que tenía claras las preguntas y buscaba respuestas.
El gran anuncio vinculado a este encuentro tiene que ver con el parné. Así, la concejalía de Acción Cultural se ha comprometido a “incrementar” la cuantía destinada a la convocatoria de ayudas a festivales, un compromiso que no tiene todavía concreción, pues estaría sujeto a los presupuestos de 2021, pero que dibuja un escenario en el que la administración pública aumentaría su participación económica de las distintas citas culturales de la ciudad. Y los anuncios van vinculados a la aportación de dinero… y a su gestión. La concejalía también se compromete a revisar el carácter temporal de la convocatoria de ayudas, proponiendo así un modelo plurianual –“que contemple al menos un periodo de dos años”-, un cambio que fomentaría la estabilidad presupuestaria de los festivales, permitiendo trabajar en sus ediciones a medio plazo. En este aspecto también se plantea un ajuste de los criterios y baremos que su ajusten “a la singularidad de los festivales privados de artes escénicas”.
Por parte de los festivales -al menos los consultados por este diario-, las sensaciones tras el encuentro son unánimemente positivos. Así reconocen Inma Pérez (10 Sentidos), Isabel Caballero (Cabanyal Íntim) y Didac Domènech (Russafa Escènica), que destacan que el encuentro significa un punto de inflexión por “las buenas intenciones” de la concejalía a la hora de abordar profundamente el papel de estas iniciativas en la agenda cultural de la ciudad: “se trata de un punto de partida necesario, y ha acabado siendo un encuentro fundamentalmente de trabajo”, comenta Domènech. “La idea de compartir necesidades es el principio para poder mejorar juntos”, opina Caballero. “Apoyamos claramente este nuevo lugar de reflexión. Cada uno de nosotros [los festivales] contamos con realidades muy diferentes, pero si conseguimos armar un discurso común de mínimos podremos construir unas bases sólidas”, añade Pérez.
En este sentido, también las tres gestoras consultadas coinciden en tomar este encuentro de dos días como “el primer paso” de un camino que es más largo. “Esto es una buena iniciativa que se tiene que traducir a la realidad que nos rodea. El segundo paso está claro: hay que pasar a la acción”, opinan desde 10 Sentidos; “estamos expectantes, las intenciones son las mejores, pero estamos a la espera de lo que pueda suceder”, asumen desde Russafa Escènica; “en los próximos meses se tendrá que concretar todo aquello que hemos hablado estos días y buscar una relación más horizontal”. Ese es otro de los puntos comunes, entender que la potencial nueva relación con el consistorio también les pone deberes a ellos: “los cambios de política se deben entender como una palanca que estamos empujando nosotros y al que se unirán el Ayuntamiento, Turismo y más… Ahora nos toca dar un paso a los festivales, porque cumplir la expectativa de todo lo que debe ocurrir no solo corresponde a la Administración: nos tiene que acompañar, remar en la misma dirección que nosotros, pero no dejan de ser nuestros proyectos”, explica Didac Domènech. “Las bases comunes pueden ser cuatro puntos, algo básico, pero eso dará pie a trabajar codo con codo todas las iniciativas para tener un voz lo más unida posible”, cree Inma Pérez. En todo caso, y ha falta de conocer en qué se concretan las expectativas generadas, los festivales tienen una urgencia mayor siempre: su próxima edición y encajar el puzzle que supone sus problemas de financiación y crecimiento sostenible.
La ventanilla única o un estudio, entre los objetivos
Aunque la partida de ayudas es una de las principales conclusiones del encuentro, no es la única. Así, la concejalía también plantea, en colaboración con la Universitat de València, desarrollar un estudio que dimensione el impacto cultural, social y económico de los festivales privados de artes escénicas como base para abordar futuras directrices políticas. También se ha tenido muy en cuenta la “descoordinación” entre los distintos festivales, un problema que se solventaría con la “creación de una figura de intermediación entre concejalía y festivales”, explican los festivales participantes, que haga más fluida la comunicación entre unos y otros. En este caso, el documento de conclusiones habla de crear una “fórmula asociativa o de comisiones” con este fin, el de evitar solapamientos en el calendario o duplicidades programáticas. Cabe destacar que, aunque de manera excepcional, esto se ha llevado a cabo con algunas citas, por ejemplo Cabanyal Íntim y 10 Sentidos, que coincidían el pasado año en un fin de semana. “Era una pena dividir los públicos. Aunque aparentemente somos muy diferentes sí se puede buscar la manera, cuando ocurre este tipo de coincidencias, de no hacernos sombra. No me importaría repetir siempre y cuando nos haga más fuertes”, explicaba Meritxell Barberá, 50% de Taiat Dansa e impulsora de 10 Sentidos, el pasado mes de diciembre a este diario.
Con el objetivo de fomentar una gestión más “eficiente”, y ante las peticiones de los festivales de generar un sistema de ventanilla única, desde Acció Cultural se comprometen también a abrir un periodo de consulta con los técnicos de la administración sobre su viabilidad. Si bien la concejalía tenía previsto celebrar este acto, marcar una hoja de ruta y no repetir una iniciativa similar, y a falta de concretarse, parece que habrá una segunda cita, ya más centrada en formar mesas de trabajo por objetivos pormenorizados en vez de exponer y escuchar ponentes externos.