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Los festivales urbanos continúan "a​ ​la espera​ ​de​ ​una​ ​verdadera​ ​hoja​ ​de​ ​ruta​ ​cultural​ ​en​ ​la​ ​ciudad​ ​de València"

Los 11 festivales urbanos que integran PICUV temen que se haya establecido un marchamo con el actual Gobierno local que 'desoye' la potencialidad de generar un calendario cultural en torno a sus propuestas y el resto de actores que promueven actividades de manera independiente para la ciudad

28/09/2017 - 

VALÈNCIA. La Plataforma de Iniciativas Culturales Urbanas de València, la PICUV que ya se encuentra constituida como Federación, sigue notando la frialdad de la Administración local. Así se percibe de la nota de prensa en la que ha comunicado su calendario de festivales urbanos (en total, 11) que en el ejercicio pasado reunieron a más de 100.000 personas según sus datos y que en la última edición de Russafa Escència ha vuelto a sumar más de 7.000 espectadores. 

Pese a la iniciativa de convertirse en un interlocutor más ágil para la ciudad, algo que pusieron en marcha el mismo verano en el que sucedió el cambio en el Gobierno local, la situación no ha sido precisamente la de una interlocución favorable. Al menos para lo que se refiere al cumplimiento de objetivos que desde PICUV se marcan y que pretende que imbrinque sus iniciativas en el calendario de la ciudad.

La PICUV asegura en un comunicado que "continua a la espera de una verdadera hoja de ruta cultural en la ciudad de València". Para la federación está claro que no se están estableciendo "nuevos procesos y espacios reales con las instituciones para la participación, donde desarrollar un verdadera hoja de ruta para potenciar estos festivales y proyectos que cada año impulsan y desarrollan la participación de la ciudadanía en el desarrollo cultural desde los barrios". Una oferta a la que la ciudad ha decidido complementar como Cultura als Barris o Cultura als Pobles (en este último caso con las pedanías).

Aunque algunas de las iniciativas se han insertado en ayudas tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento de València, "siguen siendo insuficientes y es necesario diseñar una mayor apuesta por parte de la ciudad para integrar estos proyectos en su estrategia real con acciones y objetivos definidos, ayudando en su promoción y desarrollo".

La desazón de PICUV es genérica, aunque en su comunicado hace más alusión al Ayuntamiento de València que a la Generalitat. En el mismo celebró las II Jornadas Encontres, un lugar de encuentro con más de 30 ponentes en un intercambio entre los Festivales urbanos y gestores culturale sde la ciudad de València con los de otras ciudades del Estado. En ese fórum participaron precisamente las ediles de cultura Glòria Tello (delegada del área) y María Oliver (Acció Cultural, responsable de artes escénicas), entre otros gestores culturales públicos.

La potencialidad de los festivales urbanos

Foto de Benimaclet Confusión (cedida por PICUV)

Una parte de los proyectos de PICUV tienen más de una década de vida y se muestran como "certámenes innovadores y transformadores que cada año suceden en la ciudad de València y en sus barrios y conforma un movimiento cultural único a nivel estatal por su participación, diversidad y modelo". Sin embargo, hasta la fecha el Ayuntamiento les ha dado cabida como a cualquier otro proyecto cultural que busca participar de las ayudas públicas: a través de las convocatorias de subvenciones o con la cesión de espacios.

Para los representantes de PICUV, ese ecosistema de festivales urbanos supone una potencialidad que desoyen las instituciones valencianas: "es un claro referente de vanguardia dentro del calendario cultural anual en la ciudad de València con una destacada proyección estatal e internacional, pero no sin grandes dificultades por parte de los colectivos y organizadores que cada año se enfrentan a la difícil tarea de hacer viable estos festivales, que siguen siendo muy precarios en sus recursos y financiación". De hecho, los Encontres de este año giraron en torno a este tema.

Por su parte, el Ayuntamiento de València, tras más de dos años de Gobierno ha dejado clara cuál es su postura: darles cabida a través de las ayudas ya regladas y mantener interlocución con ellos. Es decir, que el comunicado de PICUV, reclamando una hoja de ruta para la cultura en la ciudad, propone una vuelta de tuerca ya que se ha generado un establecimiento de los actores y al generación de la federación no parece haber inoculado la idea de una potencialidad en una oferta cultural que llena de vida a la ciudad.

Los 11 proyectos culturales que la conforman (Russafa Escènica, Benimaclet Confusión, Circuito Bucles, Muv! Circuito Música Urbana, Factoría d’arts de Patraix, Russafart, Distrito 008, Zedre, Valencirc, Vociferio y Cabanyal Intim) están vinculados a barrios. En los Encontres, precisamente, "se evidenció que se [los actuales responsables públicos] deben impulsar otros modelos de gestión cultural donde la participación de los actores culturales sea un elemento vital y activo en el diseño de las políticas culturales". Desde PICUV entienden que estos procesos no se están activando de una manera efectiva en la ciudad de València. 

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