MADRID, (EP). Ginecólogos españoles, reunidos en Valencia en el XIV Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), han reclamado a la Administración programas integrales de asistencia sanitaria para las mujeres a partir de 40 años, como existen en otros países, con el fin de reducir los riesgos de salud que aparecen en este período.
"El objetivo es promover hábitos de vida saludables, detectar enfermedades de manera precoz y prevenir problemas que se inician antes de la menopausia y que pueden tener consecuencias importantes en el resto de vida de la mujer. Más de ocho millones de españolas tienen entre 40 y 64 años, "un período que requiere especial atención sanitaria para tener una buena calidad de vida después", ha explicado el presidente de la AEEM, Plácido Llaneza. De hecho, desde la AEEM han reclamado que, al igual que existen planes específicos de atención durante el embarazo o para la de detección de cáncer de mama o de cuello de útero, se creen programas de salud en todas las comunidades autónomas en el periodo anterior a la aparición de la menopausia.
"La edad media del cese de la función ovárica (menopausia) es de 51 años aunque puede variar entre los 45 y los 55 años. En estos programas, añade, deben incluirse pruebas de cribado para el diagnóstico precoz de ciertas enfermedades, un estudio de antecedentes cardiovasculares, prevención de la osteoporosis, o incluso la prescripción de ejercicio físico", ha señalado el experto. Por ello, la AEEM, junto a la Sociedad Española de Cardiología y la Federación Española de Medicina Deportiva, ha elaborado un consenso, publicado en la revista 'Maturitas', por el que instan a prescribir ejercicio físico como una terapia más durante la menopausia, recordando que la inactividad física puede poner en riesgo la salud de las mujeres o agravar los trastornos existentes.
Ahora bien, antes de que la mujer llegue a esa etapa, se empiezan a producir una serie de cambios hormonales que pueden dar lugar a síntomas propios del climaterio como sofocos, sudores nocturnos, insomnio, sequedad vaginal o incluso depresión. "Se trata de un período clave en la vida de la mujer, por lo que los profesionales sanitarios implicados, el médico de Atención Primaria, la matrona o enfermera, y el ginecólogo, deben tener las herramientas necesarias para detectar riesgos y prevenirlos", ha indicado el presidente de la Fundación Española para el Estudio de la Menopausia (FEEM), Rafael Sánchez Borrego.
Y es que, tal y como ha recordado, un 20 por ciento de las españolas tiene síntomas menopaúsicos graves pero sólo el 1 por ciento se trata con terapia hormonal, ya que muchas se resignan a sufrir síntomas como sofocos, insomnio y trastornos osteoarticulares porque los consideran propios de la edad, cuando podrían tratarse.
Otra de las causas que ha apuntado el experto es que España es uno de los países de Europa con "más hormonofobia", tanto para la anticoncepción como para el climaterio, lo que, a su juicio, podría evitarse con información. De hecho, la información es el factor más determinante en el uso de la terapia hormonal, según una investigación española publicada en mayo en la revista 'Climateric', en la que han participado los doctores Nicolás Mendoza y Plácido Llaneza, secretario y presidente de AEEM, respectivamente.
Por otra parte, durante el XIV Congreso de la AEEM se han presentado nuevos fármacos que actúan de manera eficaz y segura contra los síntomas relacionados con la menopausia, como los sofocos y la atrofia vaginal. La principal novedad es el lanzamiento del primer tratamiento hormonal libre de progestágenos para el tratamiento de los síntomas vasomotores como los sofocos. "El TSEC es un medicamento que combina estrógenos con bazedoxifeno que no conlleva riesgo de cáncer de mama, tiene mayor seguridad y eficacia en la protección del endometrio y mejora la adherencia al tener menos sangrado", ha asegurado el director del Instituto Palacios, Santiago Palacios.
Otro de los avances que se presenta es el ospemifeno, una "auténtica revolución" en el tratamiento de la atrofia vaginal ya que, tal y como ha informado Llaneza, es el primer medicamento oral que no contiene hormonas. "Va a permitir mejorar su cumplimiento y mejorará la calidad de vida de muchas mujeres que, durante la postmenopausia, sufren incomodidad vaginal y dolor durante sus relaciones sexuales, pudiendo incluso ser empleado en mujeres con cáncer de mama que han finalizado su tratamiento", ha zanjado el presidente.