VALÈNCIA. (EP) La Coordinadora de hostelería de los barrios de Valencia ha hecho balance de este último fin de semana 'pre-Fallas' y, por el momento, aseguran los hosteleros, el programa de actos falleros previstos entre el 1 y el 6 de septiembre "no está generando actividad turística ni hostelera en la ciudad de València, y mucho menos, en las ciudades del área metropolitana que van a celebrar las fallas suspendidas en 2020 durante esta semana".
Teniendo en cuenta que la cuenta atrás de la celebración de las Fallas coincide con las últimas fechas del periodo vacacional en agosto, los valencianos están apurando sus viajes vacacionales y los últimos días de este mes en sus segundas residencias o en la casa del pueblo, sostienen desde la Coordinadora en un comunicado.
Además, "las restricciones y los horarios del toque de queda vacían las calles a la hora de las cenas e impiden las rutas falleras previas a la Plantà, por lo que el fin de semana previo a las Fallas ha sido un desastre" y se han confirmado plenamente las malas expectativas de las pymes del ocio y la hostelería", cuya actividad no llega al 20% de lo que sería un fin de semana pre-Fallas normal, lamentan los hosteleros.
De hecho, hasta el momento, "las visitas turísticas y excursiones asociadas a las fallas son totalmente inexistentes", aseguran.
En todo caso, desde la Coordinadora confían en que "los malos resultados del fin de semana contribuirán a la limitación del impacto sanitario de la celebración de las Fallas, cuya Plantà y celebraciones están teniendo un alcance muy limitado y atraen únicamente al colectivo fallero más implicado".
En este sentido, los hosteleros valencianos defienden que "la celebración de las Fallas era viable y necesaria para completar el ejercicio fallero, sin que supusiera ningún tipo de riesgo sanitario en el momento actual".
Comparando la actividad del ocio y la hostelería de estos días con la desarrollada a lo largo del verano, los resultados son "muy desiguales y van por zonas", señalan en su comunicado.
Las zonas turísticas como el Cabañal, Ciutat Vella o Russafa están funcionando mejor que el verano pasado, "duplicando sus resultados", mientras el resto de los barrios han estado "desiertos" y la hostelería de esas zonas está funcionando incluso peor que el último fin de semana de agosto del año pasado, cuando se pudo apreciar la recuperación de la actividad, lo que no ha pasado este año.
En definitiva, a nivel global se puede decir que este ha sido el fin de semana "más flojo" de agosto, sin que las Fallas hayan tenido ningún impacto para la recuperación de la actividad del ocio y la hostelería de la ciudad.