VALÈNCIA. Antonio Gramsci decía que cuando se miraba al mundo solo se podía ser pesimista, pero cuando se pasaba a la acción solo se podía ser optimista. Esa idea, que recordó esta semana la cineasta Agnés Varda en San Sebastián, valdría para describir a los ingenieros técnicos industriales y su visión del momento actual. Abonados al pesimismo de los lúcidos, si se les pregunta cómo ven la industria del país la respuesta sería mal. Pero si se les pide pasar a la acción y mirar al futuro, se perciben brotes verdes. Así lo constata el I Barómetro Industrial del COGITI en el que han participado 402 ingenieros de la Comunitat Valenciana y 3.460 a nivel nacional.
El primer dato es el que es: más de la mitad de los ingenieros técnicos industriales creen que la situación de la industria española es mala o muy mala. Sin embargo, dos de cada tres creen que la economía española mejorará en los próximos tres años. En este juego de una blanca y otra negra, tres de cada cuatro valoran positivamente la labor de los colegios en la búsqueda de empleo, que es el mismo porcentaje que cree que la Administración fracasa en este ámbito. Una idea en la que coinciden con los ingenieros industriales, quienes en julio de este año hacían público su tercer barómetro en el que también suspendían mayoritariamente las políticas industriales y de medio ambiente aplicadas a nivel autonómico. Dos exámenes, dos suspensos.
En el caso de los ingenieros técnicos, su análisis no se puede decir que parta de una visión egocéntrica condicionada por un malestar sectorial, ya que en general la estimación que realizan acerca de su situación económica actual es positiva. Un 37,06% la cataloga como estable, seguido de un 36,55% que la define como buena o muy buena. Tan solo un 7,61% afirma que su situación económica actual es muy mala. Igualmente, un 63% de los encuestados valencianos afirma que la posibilidad de mantener su puesto de trabajo es buena o muy buena. Tan solo un 12,18% opinan que no tiene posibilidad de mantener su puesto.
Su percepción negativa de la coyuntura corresponde más a una cuestión estructural, ya que es común a todo el país. Para los encuestados a nivel nacional la situación actual de la industria en sus respectivas regiones no es muy buena; casi dos tercios marcaron las opciones mala (36,2%) o muy mala (23,7%) y tan solo un 11% la valoran como buena o muy buena. De hecho, las respuestas de los encuestados valencianos son muy similares a las nacionales aunque ligeramente más positivas: un 50,79% tienen una visión negativa de la situación de la industria en Valencia y tan solo un 14,47% de los ingenieros valencianos son positivos.
Pero donde se produce un baile de cifras preocupante para el Consell es a la hora de valorar los incentivos regionales a la industria. Las administraciones públicas salen en general mal paradas de la evaluación que hacen los ingenieros técnicos, tanto en la Comunitat como en el resto de España. El 73,16% de los valencianos considera malos o muy malos los incentivos promovidos por el Consell, porcentaje casi idéntico al del resto de España (74%) en sus respectivas autonomías. Este porcentaje desciende a un 68% en el caso de la Administración del Estado. Pero mientras las políticas regionales y nacionales suspenden, las primeras más, los incentivos a la industria promovidos por la Administración europea aprueban holgados: un 40,84% los valora como ‘aceptables’ y un 17,54% como ‘buenos’ o ‘muy buenos’.
En este sentido la decana del COGITI Valencia, Angélica Gómez, lanzó un capote a la administración autonómica. “Creo que el Consell no está informando adecuadamente sobre las acciones que está llevando a cabo, que sí existen pero los colegiados no lo perciben”, aseguró este miércoles a través de un comunicado. “Nosotros sabemos que se están poniendo iniciativas en marcha, porque nos están consultando y hay voluntad de avanzar, pero sería conveniente mejorar los canales de comunicación. Están en el buen camino, pero han de actuar con rapidez para poner sus estrategias en funcionamiento, algo imprescindible en el entorno extremadamente competitivo en el que nos movemos. Hay que poner en marcha los proyectos aunque no funcionen a la perfección, e introducir mejoras a medida que se van desarrollando”.
Gómez fue la encargada de presentar este primer barómetro que permite también obtener una radiografía del sector. Así, de la encuesta se desprende que en la Comunidad Valenciana el 29% de los ingenieros técnicos trabaja en el sector industrial, el 22% presta servicios de ingeniería, el 11% se emplea en el sector energético y el 38% en otros sectores, como enseñanza o construcción. Igualmente, aporta algunas respuestas. En la encuesta se les solicitaba también a los colegiados que realizaran una valoración de mayor a menor sobre la importancia de las medidas a adoptar para mejorar el sector industrial. A este respecto, los ingenieros consideran que la primera medida pasaría por logar una mayor estabilidad y bajada de los costes energéticos, seguido de incentivar las ayudas a la inversión en innovación y desarrollo, y al emprendimiento industrial. En cuarto lugar se encontraría favorecer la incorporación de ingenieros a las pymes industriales y, por último, consideran que también sería necesario llevar a cabo reformas en el mercado laboral.
Por otra parte, a los encuestados se les preguntó si conocían el modelo de Industria 4.0, a lo que un significativo 59% respondió que no. Pero los que sí lo conocen lo apoyan. Un 28% de los colegiados considera que este modelo propiciará el crecimiento del sector industrial, y un 29% ve factible su implantación en las pymes industriales. Por ello Gómez, que se ofreció como interlocutora con la Administración, consideró que cabía calificar de “urgencia” la necesidad del implantar en las empresas el modelo de gestión Industria 4.0, “para lo cual es necesaria la ayuda de la Administración”, dijo. “Actualmente, muchos técnicos no saben qué es Industria 4.0, y la Administración debe dirigirse a ellos para que vean la importancia de dar este paso, de convencer a las empresas de la necesidad de implementar este modelo para mejorar la productividad”.