VALÈNCIA. (EP) Los Premios Rei Jaume I, que este año celebran su trigésimo quinta edición, han galardonado investigaciones sobre cambio climático, conexiones neuronales o química orgánica, además de la trayectoria profesional de Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, presidente de la compañía alimentaria Cascajares.
La directora del Departamento Neurobiología del Desarrollo, Instituto de Neurociencias (CSIC-UMH), Guillermina López-Bendito, galardonada con el Jaume I en Investigación Médica, ha señalado que el cerebro es "el jefe maestro, pero aún es el gran desconocido".
López-Bendito ha recibido el Premio de Investigación Básica por su estudio de los procesos que subyacen a la formación de las conexiones neuronales, donde demuestra que son fundamentales para una función cerebral normal y sus hallazgos serán determinantes para la definición de futuras aproximaciones terapéuticas a las alteraciones del neurodesarrollo.
Al respecto, ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que recibir un reconocimiento de la envergadura de los Premios Jaume I es "algo que nadie se espera" y ha confiado en que ayude a dar "visiblidad" a las investigaciones en el campo de las Neurociencias.
Así, ha apuntado que "aún queda mucho camino" por descubrir sobre el funcionamiento del cerebro a pesar de que es "gran jefe que dicta las normas" y que debe "ir bien para poder tener una vida saludable". "Cada vez lo cuidamos más porque somos conscientes de lo que implica, tenemos que reducir nuestro estrés, pero es complicado en una sociedad que nos exige muchos", ha constatado.
Por ello, ha resaltado la importancia de la investigación básica en este campo ya que puede tener una translación a aplicaciones clínicas y conseguir la mejora de vida de las personas como el poder revertir determinados tipos de ceguera y otras enfermedades sensoriales en un futuro próximo, algo que no descarta que pueda lograrse en diez años, aunque siempre es "difícil" cuantificar plazos.
Así, en el laboratorio han realizado una prueba para la recuperación de los circuitos sensoriales sobre todo en etapas embrionarias y tempranas, en las que el cerebro "se adapta bien, pero se pierden neuronas". Por el momento, han conseguido "reprogramar" estas neuronas en roedores y "queda por ver si se integran en el circuito sensorial y en un futuro se puede utilizar como un herramienta" para reparar conexiones neuronales defectuosas en la vista o el oído.
Del mismo modo, ha abierto la puerta a que estas investigaciones sobre los circuitos sensoriales del cerebro tengan también una repercusión directa para poder explicar otras patologías como el autismo, la epilepsia o la dislexia.
La científica, que destinará parte del premio a reconocer el trabajo que realizan sus compañeros de laboratorio y continuar con los estudios, ha resaltado que en España "queda mucho por hacer" en investigación, pero ha recalcado: "Estamos mejor que antes porque hay muchas ganas".
Por otro lado, la doctora en Ciencias del Mar, e investigadora científica en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT)-(CSIC), Carlota Escutia Dotti, galardonada con el Premio Jaume I al Medio Ambiente, ha destacado que sí se están dando respuestas al cambio climático, pero reclama "más acción y menos palabras" para evitar daños irreversibles: "No se trata de que volvamos a la edad de piedra y cavernas, pero tenemos que cambiar nuestros hábitos".
Escutia ha recibido este martes el Premio Jaume I al Medio Ambiente por sus contribuciones pioneras en la comprensión de las condiciones ambientales cambiantes en los mantos de hielos Antárticos, el Océano Austral y la biota y su impacto en el sistema climático global.
Al respecto, en declaraciones a Europa Press, ha señalado que recibir este reconocimiento ha sido "una gran alegría", pero también "una sorpresa" que no se esperaba y que todavía no le ha dado tiempo de "digerir". En especial, se ha congratulado porque en esta edición las mujeres se hayan alzado con la mitad de los galardones.
"Es una muy buena noticia, nos vamos abriendo camino, y más en un campo como en el mío en el que cuando empecé estaba totalmente dominado por los hombres y ahora se ve mucho más la participación y el liderazgo de las mujeres", ha resaltado.
Escutia, que anteriormente ha ocupado cargos en la Universidad de Stanford, el Servicio Geológico de Estados Unidos y el Programa de Perforación Oceánica de la Universidad de Texas A&M, considera que "hoy en día la corriente negacionista en mínima en comparación con las personas que sí que entienden que nos estamos enfrentado a un reto muy importante y urgente como población humana como son los cambios del planeta".
En esta línea, ha destacado que ya se están dando "respuestas" a este cambio climático: "Estamos mejor de lo que estábamos, pero peor de lo que podíamos estar". Así, ha apuntado que "las ramificaciones" de este cambio del clima global son "muy diversos" y afectarán desde la pesca a incendios forestales.
Por ello, se requieren "cambios urgentes" que no solo pueden venir de políticas gubernamentales, que son esenciales porque marcan los movimientos, sino también de "educación social" para asumir cambios "en nuestros hábitos, actividades, formas de consumo, usos y reusos".
"No se trata de volver a la edad de piedra y las cavernas, pero sí un cambio de hábitos porque, aunque nos estamos acercando a situaciones de no retorno, está en nuestras manos minimizar y mitigar los efectos, aunque no vamos a poder reducir los niveles a antes de la época industrial", ha señalado.
En ese sentido, ha advertido de que el planeta ya ha pasado por épocas frías y cálidas, por lo que los afectados por el cambio climático seremos los humanos ya que afectarán a "nuestras actividades e infraestructuras que tendremos que desarrollarlas en unas condiciones en las que no estamos acostumbrados.
Así, ha advertido de que los mantos de hielo antárticos corren el peligro de derretirse por el cambio climático, lo que tendrá una repercusión global en la subida del nivel del mar y la circulación oceanográfica. Las zonas costeras, que es donde vive la mayoría de la población, serán las más expuestas y en especial a las zonas más bajas, como pueda ser Murcia dentro del área mediterránea, así como las infraestructuras como los Puertos que no están diseñados para un nivel del mar medio metro o un metro superior, ha señalado.
Por ello, su proyecto futuro se centra en "recabar los máximos datos en el menor tiempo posible" sobre la pérdida de masa del
manto de hielo/hielo marino antártico porque el estudio "en estas zonas no es fácil". Así, destinará parte del premio a continuar con estas investigaciones que al ser de "alto riesgo", al tener que realizar perforaciones para acceder a datos del pasado que ayuden a entender los cambios el futuro, es "muy difícil" obtener financiación.
El químico Daniel Maspoch, que acaba de ser galardonado con el Premio Jaume I de Nuevas Tecnologías, ha recalcado que es "indudable" que los materiales cada vez tienen que ser "más sostenibles, biodegradables y funcionales" por lo que ha animado al sector público y al privado a "remar todos en la misma dirección".
El jefe del Grupo NanoQuímica y Materiales Supramolecures del ICN2 se ha mostrado, en declaraciones a Europa Press, "extremadamente contento" por la concesión del galardón, con el que el jurado ha reconocido "su exitoso equilibrio entre la investigación fundamental y aplicada".
El trabajo de Maspoch se centra en el avance de la Nanotecnología y la Química para el diseño y desarrollo de materiales reticulares porosos y sistemas de liberación de sustancias para distintas aplicaciones. Además de sus múltiples patentes, cuenta con numerosos contratos con el sector privado para llevar su tecnología al público general a través de nuevas plataformas.
En concreto, el jurado resalta sus logros en la administración de fármacos, para el tratamiento de enfermedades como la diabetes, la esclerosis múltiple y la distrofia muscular; el desarrollo de tecnología de microencapsulación biodegradable, además de su gran dedicación a la formación de personal investigador y atracción de talento.
El investigador ha subrayado que el futuro pasa por "hacer nuevos y mejores materiales para que sean más sostenibles, biodegradables, funcionales y en algunos casos autorreparables" y añade que este es "uno de los campos más incipientes".
Ha considerado que "se tendría, al menos, que continuar apoyándolo desde el punto de vista público, al mismo tiempo que intentar convencer a la empresa de que invierta porque esto va en su beneficio y en el de la sociedad".
Para el experto, es "un punto muy difícil de conseguir", auque asegura que ya se está notando "un cambio acentuado" y las empresas españolas cada vez se muestran más interesadas en el desarrollo de nuevos productos y materiales. "Nosotros hemos ayudado a sacar nuevos productos al mercado, pero habría que fomentarlo más, remar todos en la misma dirección", incide.
Daniel Maspoch Comamala es profesor de Investigación ICREA, jefe del Grupo NanoQuímica y Materiales Supramoleculares del Instituto
Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2). Ha participado en más de una treintena de proyectos de investigación autonómicos, nacionales, europeos e internacionales. Cofundador de la spin-off Ahead Therapeutics (2017), tiene diversos productos en el mercado: LuctaCaps, codesarrollado con Lucta S.A.; Fungipol@CP, codesarrollado con Chemipol; y un producto de la familia LipoferTM, co-desarrollado con Lipofoods-Lubrizol.
El químico Antonio Echavarren, Premio Jaume I en Investigación Básica, ha recalcado que los profesionales que se dedican a este campo son comparables "a exploradores, como los 'magallanes' que se lanzaban a ver qué pasa sin tener una clara aplicación".
Así lo aseverado el científico, en declaraciones a Europa Press, tras hacerse pública la concesión del galardón, con el que el jurado reconoce en papel de Echavarren y su grupo como pionero en química del oro.
El experto se ha mostrado muy satisfecho por esta distinción y también por compartirla con otro químico, Daniel Maspoch, que ha ganado el Jaume I en Nuevas Tecnologías.
El científico ha subrayado la importancia de la Investigación Básica porque "las aplicaciones vienen después" y ha celebrado que en España se ha hecho "mucho" por fomentarla hasta el punto de ser "envidiada" por otros países del sur de Europa.
No obstante, ha hecho notar que España podría "ser mejor" y acercarse a países pequeños que apuestan más por la ciencia como Suiza o Israel, al tiempo que ha considerado que debería haber más financiación.
En este sentido, ha comentado que durante años se ha contado con financiación "continua y estable" de los ministerios, pero ahora ha disminuido en términos relativos debido al aumento de los costes. También se ha referido a que España cuenta con "gente muy bien formada que encuentra mejores salarios en otros países", como Alemania o Reino Unido, por lo que ha animado a subir esas retribuciones. "Si queremos jugar en la Champions, hemos de tener esa capacidad", ha apostillado.
Asimismo, ha comentado que ahora se vive de "la inercia" del esfuerzo que hicieron gobiernos de las décadas de los ochenta y noventa y, por ello, ha considerado necesario "un nuevo impulso" para la ciencia española.
Antonio Echavarren inició su carrera independiente a la edad de 33 años en el CSIC en Madrid. Su grupo de investigación se trasladó después a la UAM y, más tarde, al recién creado ICIQ en Tarragona.
Desde 1988 ha dirigido 11 proyectos del Ministerio de Ciencia e Innovación y otros proyectos, incluyendo 2 ERC Advanced Grants, 1 ERC Proof of Concept, y 5 Marie Slodowska-Curie Individual Postdoctoral Fellowships.
A lo largo de toda su trayectoria ha seguido un modelo de grupo de investigación en línea con los países más competitivos científicamente, supervisado directamente a estudiantes de doctorado,
máster y postdocs, la mayor parte de los cuales desarrollan carreras independientes con éxito en la academia o en la industria.
En el ICIQ, su grupo fue pionero en catálisis por paladio
contribuyendo a determinar el mecanismo de la reacción de arilación. También desarrollaron síntesis originales para preparar poliarenos, incluyendo fullerenos, y estudiaron sus aplicaciones en
electrónica molecular. Sus contribuciones más importantes han sido en catálisis con oro, estableciendo los fundamentos que han guiado el descubrimiento de nuevas transformaciones por otros grupos
de investigación. Su grupo fue uno de los pioneros en química del oro, descubriendo que los catalizadores de oro son más selectivos para la activación de alquinos.