VALÈNCIA. Los apartamentos turísticos impugnarán el Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar (PEC). La Asociación de Viviendas de Alquiler para Estancias Cortas (Avaec) prevé recurrir el planeamiento urbanístico en el que trabaja el Ayuntamiento de València para el barrio marítimo por las restricciones contempladas respecto a las viviendas turísticas. Un movimiento que la asociación ya ha llevado a cabo en un plan especial de similares características como el del centro de la ciudad, el de Ciutat Vella.
Precisamente la asociación emitió un comunicado el pasado viernes en el que pedía al Ayuntamiento de València, entre otras cosas, "la revisión de las actuales regulaciones municipales en relación con las viviendas de uso turístico", y que estas revisiones se hicieran sobre "la base de este estudio riguroso". En este sentido, Avaec criticaba las restricciones implementadas en distritos como en Ciutat Vella - a través del Plan Especial (PEP)- o como las que se pretenden implantar en el Cabanyal-Canyamelar "por resultar desproporcionadas y ser contrarias a la libre competencia".
Preguntadas fuentes de la asociación por Valencia Plaza, señalaron que su intención es presentar un recurso contencioso-administrativo si se acaba aprobando el Plan Especial del Cabanyal con las restricciones que contempla hasta el momento durante su tramitación. Ahora mismo, y la previsión es que no cambie hasta su aprobación, el Plan contempla la limitación de hasta el 10% de pisos turísticos por cada manzana del ámbito afectado.
Pero esto no siempre fue así. Inicialmente, la concejalía de Urbanismo que dirigía Vicent Sarrià el pasado mandato, había previsto para este plan tres zonas diferenciadas de limitación para los apartamentos turísticos. Por un lado, la parte interna del barrio, delimitada entre la calle Dr. Lluch y Serrería, donde la cantidad de pisos turísticos podría alcanzar el 10% por manzana. Otra de las zonas es la fachada marítima, entre la calle Dr. Lluch y el paseo marítimo, donde la limitación se elevaría al 30% por manzana. Y por último, el PAI de Eugenia Viñes, que tendría una restricción del 40% por manzana.
Sin embargo, la presión de las diferente asociaciones vecinales acabaron reconduciendo la postura del departamento de Sarrià, que a partir de 2019 encabeza la portavoz socialista Sandra Gómez tras el cambio de gobierno local. De esta manera, finalmente todas las áreas tendrían una limitación del 10% a este tipo de actividad. Restricción que se sumaría a la que ya existe para toda la ciudad en las normas urbanísticas del Plan General, según las cuales -simplificando- las viviendas de uso turístico sólo se podrán situar como máximo en la primera planta o en planta baja.
De aprobarse el Plan Especial, habrá en vigor en este distrito una conjunción de normas cuyo grado de restricción sería especialmente reseñable en aquellas manzanas de edificios con más de una altura, puesto que la norma general acotará más las viviendas susceptibles de ser pisos turísticos sólo con el porcentaje en la mano. Según Gómez, se tratará de la protección contra apartamentos turísticos más severa de toda la ciudad y una de las más restrictivas de toda España.
"Somos plenamente conscientes del atractivo del barrio, pero la gentrificación no es el modelo de barrio que queremos", dijo la vicealcaldesa al respecto. Con todo, Avaec ya ha mostrado su predisposición de presentar un recurso conforme hizo con el Plan de Ciutat Vella.
El Plan Especial de Ciutat Vella (PEP) ya ha sido recurrido por la asociación. El PEP diferencia, por un lado, entre el uso hotelero -hoteles, hostales, pensiones y apartamentos en régimen de explotación hotelera- y el uso de vivienda turística -una vivienda completa que se destina a fines turísticos-. Y además, clarifica la distinción entre una vivienda turística 'profesional' -situada en un bloque completo con este tipo de pisos- y la 'temporal' -la vivienda habitual de un propietario que, hasta 60 días al año, decide alquilar con fines turísticos y que precisará del permiso de la Comunidad de Propietarios-.
Así, el área de mayor influencia es la de predominancia residencial, que impregna buena parte del centro. Concretamente, los barrios de El Carme, La Seu, La Xerea y El Mercat (color gris en el mapa inferior). Aquí quedará prohibido generalmente todos los usos hoteleros y las viviendas turísticas profesionales. Sí permitirá que, en un futuro, se puedan implantar nuevas viviendas turísticas temporales, siempre en edificios residenciales y mixtos, y por encima de los usos no residenciales. Será en un futuro porque el PEP aplaza este permiso hasta que exista una ordenanza propia de apartamentos turísticos. Así que, por ahora, los nuevos pisos turísticos 'temporales' estarán prohibidos en toda Ciutat Vella.
El barrio de Sant Francesc, el más comercial, por contra, no tendrá tantos límites. Es donde se concentra el área de predominancia terciaria (color cian en el mapa superior), que sí permite nuevos hoteles y viviendas turísticas profesionales, pero estas últimas a una distancia mínima entre bloques de 150 metros. Las temporales, por su parte, se rigen por las mismas normas que en el resto de Ciutat Vella.
Fundamentalmente en Sant Francesc también existen edificios que ahora mismo ya son mixtos, es decir, que conjugan usos residenciales con usos terciarios -por ejemplo, oficinas-. Aquí, el nuevo Plan lo que hace es limitar que los usos terciarios no puedan superar la mitad del suelo construido en la parcela en cuestión, de manera que el uso hotelero entra en esta restricción. Este en concreto, además, deberá situarse siempre por encima del resto de usos terciarios, y por debajo de viviendas.
Y también esta zona eminentemente comercial aglutina la mayoría del área de terciario exclusivo (color violáceo del mapa), donde se veta completamente las nuevas viviendas turísticas y se permiten los hoteles y establecimientos similares siempre que se ubiquen en edificios de uso exclusivo. También lo podrán hacer en edificios que compartan con otros usos terciarios, como oficinas, comercios o locales recreativos, pero siempre por encima de ellos. En el caso de estar en la misma planta, el establecimiento hotelero deberá contar con accesos a la calle independientes.
A los llamados edificios singulares se les da de comer a parte. Son algunos de los coloreados con violeta que se encuentran repartidos por todo el casco histórico y se trata de edificaciones señoriales o palaciegas, o de arquitectura religiosa, y difícilmente adaptable para uso residencial. Por ello, el PEP permite que, a cambio de rehabilitarlos y mantenerlos, en ellas se implanten usos terciarios, ya sean comerciales, oficinas u hoteles, pero nunca viviendas turísticas, y siempre requerirá del visto bueno de la Comisión de Patrimonio consistorial.
Este viernes, además, la concejalía de Vivienda anunció su intención de implantar nuevas limitaciones en el campo de las viviendas turísticas. Su intención es impulsar una moratoria para este tipo de actividad en edificios enteros a lo largo y ancho de 37 barrios de toda la ciudad. El departamento que dirige Isa Lozano busca así suspender la tramitación y el otorgamiento de las licencias y declaraciones responsables de obras y actividades para la implantación de nuevos apartamentos turísticos en régimen de explotación hotelera en edificios de uso exclusivo durante dos años.
Se trata de una medida a aplicar en las zonas de València con calificación urbanística de Ensanche y también de Centro Histórico Protegido, excepto aquellas zonas que cuenten ya con un Plan Especial aprobado, como Ciutat Vella o en los próximos meses, el Cabanyal, que contienen sus propias medidas restrictivas para las viviendas de uso turístico. Así pues, afectará a las zonas indicadas en el mapa, que se puede consultar aquí.
La intención de la concejalía de Lozano es llevar a aprobación al próximo pleno del mes de abril esta herramienta transitoria para que empiece a operar cuanto antes. A la postre, Vivienda busca estudiar en profundidad a medio plazo la modificación de las normas urbanísticas recogidas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad para incluir esta disposición de manera definitiva y permanente.
Avaec preguntó públicamente tras tener conocimiento de esta medida si la moratoria de licencias que promueve afectará también a los hoteles. En un comunicado, esta asociación se refirió a la moratoria y denunció el "trato discriminatorio" al que, a su juicio, "una vez más, se somete a las viviendas de uso turístico (VUT), a las que se acusa de problemas de los que no son responsables".
En este sentido, pidió a Lozano que aporte datos reales y contrastables antes de hacer declaraciones en las que acusaba de un modo tajante a las VUT diciendo que son "un factor de presión importante sobre la disponibilidad de vivienda para la población residencial". La plataforma exigió que explicase "en base a qué información ha extraído estas conclusiones, de las que exime a los hoteleros, y demuestre en qué medida las VUT inciden en el precio de venta y alquiler de viviendas, como afirma con tanta convicción, sin tener en cuenta factores esenciales en este sentido, como la falta de vivienda pública, de la que es responsable el propio Ayuntamiento, ya que, en seis años, el actual equipo de gobierno ha sido incapaz de movilizar suelo urbano para edificar vivienda pública".