Los podólogos advierten de que algunos tratamientos oncológicos pueden provocar lesiones en los pies de los pacientes

VALÈNCIA. (EP) Con motivo de la celebración este viernes del Día Mundial contra el Cáncer, el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) advierte de que los diferentes tratamientos que se aplican para combatir esta enfermedad pueden afectar a la salud de los pies de los pacientes.

En este contexto, los podólogos han señalado algunas de las afecciones más comunes y han hecho hincapié en la importancia de acudir al podólogo si se desarrolla alguna de ellas para aplicar el tratamiento específico correspondiente.

En primer lugar, destacan los efectos secundarios sistémicos de estas terapias, como puede ser la pérdida de sensibilidad, la alteración de los nervios periféricos y la posiblidad de llegar a padecer una neuropatía. En segundo lugar, han mencionado las fisuras en las uñas o en la puntas de los dedos, que pueden resultar muy dolorosos o molestos.

Por otro lado, tratamientos como la radioterapia pueden derivar en un oscurecimiento de las uñas o en lesiones por debajo del borde inferior de estas, también de color oscuro. Si bien pueden ser el efecto de algún medicamento, también podría tratarse de un melanoma.

Otra afección común en las personas con cáncer son las hemorragias en astilla, que son delgadas líneas de sangre en el interior de la capa ungueal; así como inflamaciones infecciones, que pueden ser bacterianas o víricas.

Por último, han comentado la posible aparición de onicólisis, que es el levantamiento de la placa de la uña. Esta puede llegar a caerse y es necesario tratarla adecuadamente porque podría infectarse. También pueden aparecer líneas remarcadas sobre las uñas.

Así, el ICOPCV ha señalado que algunas recomendaciones para cuidar los pies de los pacientes oncológicos es que revisen a diario el estado de sus miembros inferiores, que mantengan las uñas cortas para reducir la posibilidad de lesiones, que utilicen un calzado que respete el ancho natural del pie sin presionarlo, pero que tampoco quede demasiado suelto, evitar un calzado que presione sobre las uñas y acudir al podólogo si detectan alguna anomalía o molestia.