VALÈNCIA. El impacto de la pandemia ya ha tenido uno de sus primeros efectos en el mercado inmobiliario valenciano. No solo las operaciones y el dinamismo de principios de año se han visto ralentizadoa, sino que los precios de los inmuebles de segunda mano ya han registrado sus primeras caídas en la ciudad. Eso sí, el golpe ha sido dispar en función de la zona, con una resistencia mayor en el centro de la urbe que en el resto de barrios, con la excepción de Benimaclet, donde el precio solo se ha contraído un 3% frente a la bajada media del 6,8% en el cap i casal.
Así consta en un informe elaborado por la consultora inmobiliaria Colliers que compara el precio de las viviendas de segunda mano en julio respecto a febrero, un mes antes del confinamiento y el estallido de la pandemia en España. "Se trata de una muestra de la tendencia de comportamiento de los precios de la oferta nueva respecto al conjunto total. Creemos, no obstante, que es un indicador adelantado del comportamiento futuro: ante un panorama de graves dificultades económicas y de destrucción de empleo, la nueva oferta está tratando de acortar el tiempo de venta de sus viviendas moderando los precios", señala Mikel Echavarren, CEO de Colliers International.
Una radiografía que pone de manifiesto el ajuste que los vendedores han llevado a cabo en sus inmuebles para darles una salida más rápida ante la incertidumbre reinante. La bajada de precios ha sido generalizada, pero más contenida que en otras etapas y con notables diferencia en función de la zona de la ciudad.
Así, por ejemplo, la zona centro -Ciutat Vella y L’Eixample- aguantan mejor la embestida, con caídas del 3,76% y el 4,78%, respectivamente. De hecho, siguen siendo las zonas más caras de València, con valores que superan los 3.000 euros el metro cuadro. En concreto, el barrio histórico de València es el que conserva los precios más elevados, 3.200 euros por metro cuadrado, frente a la zona de L’Eixample, que, pese a aglutinar las principales arterias comerciales de la ciudad y una de las zonas más de moda, Russafa, registra un precio ligeramente inferior y se sitúa en los 3.190 euros por metro cuadrado.
Esta mayor resistencia al ajuste de precios probablemente esté motivada por el mayor poder adquisitivo de los propietarios y a la escasez de oferta, una circunstancia que lleva a estos a poder permitirse esperar mejores coyunturas. Además, la demanda en estas zonas se ve menos afectada por la crisis, señalan desde Colliers.
Por otra parte, es especialmente llamativa la contención de precios en Benimaclet, donde únicamente han descendido un 2,99% y se sitúan de media en los 2.110 euros el metro cuadrado.
En cambio, en la zona de Poblats Maritims, la caída se sitúa en el 6,8%, con un valor medio 1.910 euros por metro cuadrado. Un descenso moderado justo en la media de la ciudad. "Este comportamiento se debe seguramente a su carácter de barrio acogedor, que ha hecho que la actividad inversora de compradores locales y de extranjeros, de adquisición y reforma de pisos, no se haya visto especialmente afectada, a pesar de que muchos de esos inversores extranjeros aún estén desaparecidos", apuntan. Además, la influencia de las promociones de Moreras probablemente ha contribuido a suavizar este descenso.
Una de las zona donde se concentra el mayor número de promociones de obra nueva es sin duda Quatre Carrereres, lo que explicaría que el descenso sea del 6,13%. Y es que la influencia de los nuevos desarrollos ha mejorado el entorno en los últimos tres años. Una situación similar ocurre en Patraix o Jesús, donde también hay varios desarrollos en marcha, con ajustes que van del 6,88% al 7,50% y precios de 1.480 euros por metros cuadrado.
En L'Olivereta y Camins al Grau, los comportamientos son similares pese a ser distritos muy heterogéneos. El primero es un barrio más popular y, en consecuencia, sus vecinos pueden estar sufriendo más a nivel económico. Sin embargo, en Camins al Grau, de acuerdo con este análisis, el mayor ajuste se produce sobre todo en la franja que va desde la Avenida Baleares hasta Ayora.
En Algirós se ha producido el desplome más notable en la ciudad, de un 11,71%, 1.810 euros por metro cuadrado, mientras que en la Saïdia el ajuste es del 5,07%. Este distrito popular, pero muy consolidado, difiere ligeramente de lo que sucede en el resto de la ciudad. Considerable también es el descenso en El Pla del Real, de un 10,63%, aunque el precio sigue siendo de los más elevados en València: 2.480 euros por metro cuadrado.
"Esta evolución de precios en la ciudad se debe a la incertidumbre laboral y la necesidad de liquidez de algunos vendedores particulares. A diferencia de la crisis anterior, no existe en València exceso de oferta, ni burbuja de precios. El ciclo actual ha visto cómo la mayoría de proyectos se han hecho con criterio, comprando suelo a precios ajustados a la realidad de la demanda", explica Rafael Paz, director Valencia Office de Colliers. A su juicio, los precios de la oferta de segunda mano, pasado el verano, "se ajustarán un poco más a la baja", pero poco a poco se van a ir recuperando si los principales indicadores económicos, especialmente el desempleo y el consumo, comienzan a dar señales favorables de cara a final de año o primer semestre de 2021.