El responsable de estrategia de renta variable de Saxo Bank advierte de que el mercado de smartphones ha alcanzado un punto de saturación y los consumidores son más sensibles al precio
MADRID. Apple decepcionó de nuevo con sus resultados en el 2T, con la primera cifra de crecimiento negativo de los ingresos interanuales desde el año 2003, ya que la presión del iPhone se intensificó por los débiles datos alcanzados en China.
La compañía hizo sus mejores esfuerzos para convencer a los inversores de que los problemas en China son temporales pero, en nuestra opinión, probablemente sean persistentes. La competencia alcanzó a Apple y esta competencia continúa mejorando y atrayendo a más desarrolladores.
Los fabricantes de móviles chinos, tal como Xiaomi y Huawei, venden smartphones en China a casi la mitad de coste de un iPhone pero con la misma calidad. Además, el nuevo Galaxy S7 de Samsung se está vendiendo mejor de lo previsto en Europa y Asia.
A menos que Apple baje el precio del iPhone continuará estando bajo presión. El punto central del problema es que el mercado de smartphones ha alcanzado un punto de saturación y, por lo tanto, los consumidores son más sensibles al precio.
Como consecuencia, propusimos una posición larga en Samsung y corta en Apple en el 2T y creemos que sigue siendo una de nuestras mejores ideas al entrar en el tercer trimestre. Apostamos a que Samsung superará las previsiones del consenso por un margen amplio, mientras que Apple continuará desilusionando.
Peter Garnry es jefe de estrategia de renta variable de Saxo Bank