El analista de XTB advierte sobre los daños colaterales que está teniendo la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea (UE)... y los que todavía quedan, lo cual está minando el ritmo de la economía del Reino Unido
MADRID. Los problemas de contratación en Gran Bretaña se están ampliando a medida que los trabajadores de la UE se marchan de las islas, por miedo a la incertidumbre que tendrían que tener cada vez en un más corto plazo. El Banco de Inglaterra destaca el problema de la escasez de trabajadores extranjeros en un informe que alimenta la preocupación sobre el impacto del Brexit en la economía de Reino Unido. La pérdida de trabajadores de la Unión Europea es ya relevante dentro de la región. Este movimiento ya se está notando en las empresas británicas que se están enfrentando a una creciente escasez de mano de obra.
Los datos comerciales muestran las dificultades de contratación y cómo se han ampliado las diferencias entre la formación y los sectores; una circunstancia que se debe en gran parte a la menor disponibilidad de trabajadores migrantes de la UE. Es casi seguro que tal circunstancia alimentará las preocupaciones sobre el efecto que el Brexit está teniendo en sectores como la hostelería y la fabricación de alimentos, que dependen en gran medida de los trabajadores de la UE. Los datos publicados el martes pasado mostraron que el número de ciudadanos de la UE que trabajan en el Reino Unido cayó en el primer trimestre por primera vez desde 2010.
Particularizando por zonas, el número de europeos del este que trabajan en el Reino Unido ha disminuido considerablemente en el último año también, cuestión que convierte a Reino Unido en un país cada vez menos proclive para el lanzamiento de oportunidades profesionales. Los últimos informes muestran como hubo una pérdida récord de 91.000 empleos entre personas de los ocho países del este, incluyendo Polonia, Hungría y Eslovaquia que se unieron al bloque de la UE en 2004.
Un informe del Banco de Inglaterra también proporcionó una visión de la economía en general, dado que constataba que el mercado laboral se mantuvo vigoroso a pesar de las fuertes nevadas en marzo, lo que contribuyó a una "marcada desaceleración" en el gasto del consumidor. El empleo en la industria manufacturera y los aumentos salariales en toda la economía se sitúan alrededor del 3%, un poco más elevando que en 2017. Los aumentos más altos han sido destinados a la retención del personal cualificado, lo que refleja las preocupaciones sobre la disponibilidad de los trabajadores migrantes.
Ante los datos anteriores debemos tener en cuenta que el incremento salarial superó la tasa de inflación, y por ello los trabajadores británicos experimentaron su primer aumento salarial real en más de un año. La presión alcista sobre los salarios podría ser una señal de que las presiones inflacionarias internas están comenzando a desarrollarse. Lo que podría motivar una modificación de tipos de interés al alza en el mes de agosto si el crecimiento continúa siendo el esperado.
Jorge López es analista de XTB