El Colegio asegura haber puesto en marcha una nueva estrategia, basada en un menor presupuesto, donde no es necesario generar beneficios
VALENCIA. En un tiempo en el que la figura del procurador se ve amenazada por los avances informáticos, los profesionales continúan reivindicando la necesidad de su figura y apuestan por modelos de gestión que garanticen su supervivencia. Aunque esto implique apretarse el cinturón. Es por ello que el Ilustre Colegio de Procuradores de los tribunales de Valencia (ICPV) ha decidido bajar las cuotas de sus asociados en un 10%, un descuento que podrá verse ampliado en otro 5% para los más jóvenes y más mayores.
Así lo ha confirmado la decana del ICPV, Laura Oliver, quien afirma que la decisión es resultado de una estrategia de gestión “mucho más austera”. El colegio decide trabajar con un presupuesto más bajo, lo que le permite bajar las cuotas de las personas adscritas. El ajuste se produce en lo que consideran "gastos superfluos" correspondientes a representación, actos institucionales e incluso dietas. "Entendemos que no somos una institución que tenga que generar beneficios, por lo que apostamos por gastar lo que va entrando, pero en aquello que sea verdaderamente necesario", explica la responsable.
La decisión fue adoptada durante la Junta de Gobierno celebrada el pasado 2 de noviembre, pero tendrá que ser reafirmada en la Junta General Ordinaria del próximo 14 de diciembre, a la que están convocada todos los miembros y donde se producirá la votación final.
La orden del día de dicha reunión incluye la aprobación de los presupuestos para el ejercicio de 2017, con las formulaciones de ingresos y gastos pertinentes. También se abordará la mentada modificación de cuotas, que implicará la reducción de un 10% para todos en general, más un 5% adicional para los que lleven menos de cinco años ejerciendo y los miembros mayores de 60 años. Finalmente se abrirá el tradicional turno de preguntas.
Es la segunda legislatura de Oliver, tras una primera marcada por otros tantos reajustes en los gastos. "Hemos invertido mucho en nuevas tecnologías, por ejemplo, que ahora están presentes en todas las sedes. Pero a la vez hemos eliminado otras tantas partidas que no considerábamos necesarias", detalla la decana. "Nuestro objetivo final es dar servicios a los colegiados, por lo que nos parece más importante que paguen menos", añade.
Cabe recordar que la cuota del ICPV ronda los 40 euros mensuales, lo que convierte al colegio en uno de los más económicos de España. Todo ello, pese a tratarse de una institución centenaria (fundada en 1876) y ser el segundo más grande de España, con alrededor de 700 miembros. Oliver recuerda que todo ello ha conllevado "un esfuerzo titánico".