VALÈNCIA. La controversia sobre el hotel planteado en el futuro Plan Especial del Cabanyal (PEC) parece que empieza a generar cierto grado de hastío. El equipo redactor del nuevo planeamiento, que ha resuelto las alegaciones presentadas en el segundo período de exposición pública, contesta con contundentes consideraciones a las objeciones presentadas por la Demarcación de Costas en las que cuestionaba por segunda vez el edificio de uso hotelero de hasta 15 plantas proyectado por el PEC.
La respuesta del equipo, a la que ha tenido acceso Valencia Plaza y que incluye hasta un informe jurídico elaborado ad hoc, no escatima en dureza y llega a acusar a la Demarcación de Costas, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, de insistir en su postura contraria al hotel con informes "aparentemente contrarios a la propia regulación" y de generar "perjuicios [...] a la imagen y competencias urbanísticas del Ayuntamiento de València". Motivos por los que llega incluso a considerar "procedente" que la Demarcación "formule una explicación responsable al respecto".
Lo que aseguraba el jefe de la Demarcación de Costas en su escrito remitido el pasado 7 de agosto al Ayuntamiento, y que redundaba en las razones esgrimidas en otra misiva anterior, es que las condiciones volumétricas del hotel contravenían la ley de Costas porque estas se deberían distribuir "de modo homogéneo atendiendo al entorno y la configuración de la zona", para continuar señalando que el volumen se debería plantear en "una disposición y altura de las edificaciones que se proyecten de modo armónico con el entorno, sin romper la perspectiva litoral".
El arsenal jurídico con el que contestan los redactores del Plan ocupa casi cinco folios y las conclusiones, redactadas en mayúsculas, empiezan recordando a la Demarcación que las disposiciones recogidas en la normativa de Costas "se refieren exclusivamente" a "los suelos rústicos que se van a ocupar ex novo por nuevos tejidos urbanos", pero "para nada se refiere ni menta el suelo urbano-urbanizado que ya se encuentra consolidado por la edificación". A todo ello adjuntan una sentencia del TSJ de Cantabria, otra de Andalucía y otra del Tribunal Supremo que sustentan esta tesis.
Pero los redactores son especialmente incisivos y van más allá para contra argumentar a Costas: sostienen que "ni siquiera en el suelo urbanizable" la ley prevé que los volúmenes "se deban distribuir de modo homogéneo" y "de modo armónico con el entorno sin romper la perspectiva litoral" como asegura Costas, sino que "sólo" recoge que se ha de evitar "la formación de pantallas arquitectónicas o acumulación de volúmenes". Tono didáctico el empleado en el informe que se adereza con cierta socarronería al recordar que lo que sí dice la ley es que hay que adaptarse a la legislación urbanística, "disposición obvia tal como exige un mínimo respeto a las competencias municipales en la ordenación urbanística de sus ciudades y, más aún, en el suelo urbano".
A partir de aquí el informe afea a la Demarcación cierta injerencia injustificada en las competencias municipales: "Debe tenerse en cuenta que la ordenación urbanística, la disposición de los usos, las composiciones morfológicas y volumétricas [...] son competencias exclusivas de los Ayuntamientos. De lo contrario comportaría una invasión competencial inadmisible".
El informe de contestación presenta además un segundo punto donde los redactores entran de lleno a justificar la disposición y el volumen del hotel proyectado. Así, explican que será un "edificio singular" con una anchura "muy limitada", de 20 metros y con disposición perpendicular a la costa. Así, aseguran que "no acumula volúmenes" porque se limita a una superficie "muy acotada" para alcanzar "la esbeltez necesaria para conseguir la imagen de hito de referencia".
"¿Alguien sensato podría entender -se preguntan los redactotes- que si se redujera la altura a siete plantas, con la consecuencia de ampliar su anchura [...], no crearía un volumen, valga el término coloquial, “rechoncho”, sin esbeltez alguna que sí crearía un efecto de “apantallamiento” [...]?". Aquí los redactores tiran de refranero popular para indicar que, en este caso, "una imagen vale más que mil palabras", y se remiten a las infografías del Plan, donde "indubitadamente", para "cualquier observador desprovisto de prejuicios previos", el hotel no formaría ninguna pantalla "sino más bien todo lo contrario".
En este sentido, traen al hilo un informe del Consell Valencià de Cultura donde se recoge que el hotel es un "punto singular" con una plataforma "de escasa potencia que contrasta con la cornisa del entorno, sin duda por considerarlo un hito visual". Con todo, subraya el organismo cultural que la proximidad de un gran equipamiento y de varios bloques de viviendas previstos "tal vez le resten la preeminencia visual que se le debe suponer a un hito urbano".
Indican además que carecería de sentido buscar una armonía visual que, en la práctica no existe. "Este entorno se manifiesta como un paisaje urbano absolutamente heterogéneo en la disposición de sus volúmenes arquitectónicos y, por tanto, se muestra totalmente alejado del hipotético escenario armónico" que busca la Demarcación, puesto que existen "numerosas edificaciones con alturas y tipologías diferentes" como el Bloque de Portuarios, con siete plantas, o el propio Hotel Las Arenas, con cinco plantas que formaría una pantalla arquitectónica.
Ahondan más los redactores al indicar, como ya habían respondido en el primer trámite de alegaciones, que el Plan Especial del Puerto contiguo al Cabanyal y que ya está aprobado "sin que conste informe desfavorable de la Dirección General de Costas", se prevé un hotel de 30 plantas y edificios de siete plantas. Además apuntan al futuro hito que supondrá la Torre Eólica en la que trabaja La Marina de València.
Con todo, apuntan que la decisión de disponer de una altura uniforme a todos los edificios de una zona concreta "es una opción de diseño urbano existente entre otras muchas" y que a lo largo de la historia se han construido numerosos hitos de referencia urbana: "este criterio aún más se manifiesta en los frentes costeros urbanos donde la implantación de edificios singulares es paradigmática: el ejemplo del wáter front de Barcelona regenerado en el 92 o las Torres de Santa Cruz de Tenerife, son claros referentes de lo defendido en este documento".
Así pues, y por si con todas las consideraciones del equipo redactor no habían dado a entender que el hotel se mantenía, la concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, lo hizo público este lunes al presentar la última versión del PEC, que ahora debe pasar por comisión municipal y Pleno, obtener el visto bueno de Patrimonio en la Generalitat Valenciana, para más tarde volver a aprobarse en el consistorio y más tarde recabar la luz verde definitiva en la comisión territorial de Urbanismo.
Así pues, admitió que no se ha llegado a ningún acuerdo con este departamento dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, pero el Ayuntamiento lo mantendrá al entender que el las "recomendaciones" recogidas en el informe de Costas "se extralimitan en sus competencias" dado que el terreno donde se ubicaría el complejo "no es zona marítimo-terrestre". "Lo tenemos clarísimo y por eso continúa adelante", concluyó en este sentido. El consistorio defiende la necesidad de mantener este hotel porque su plusvalía, que se calcula en unos 8 millones de euros, ayudaría a financiar buena parte del Plan.