Visiblemente emocionada, Beatriz Garrote pidió que "nunca más unas víctimas se vean enfrentadas a las instituciones"
VALENCIA. En su discurso para conmemorar el 9 d’Octubre, el día de la Comunitat Valenciana, el President Ximo Puig quiso compartir el protagonismo con colectivos sociales maltratados, valencianos menospreciados y muchos de los que, normalmente, no aparecen en el radar de las instituciones. Así, soprendió al dedicar la parte inicial de su intervención a los refugiados sirios y a recordar que la solidaridad es, y debe ser, una de las señas de identidad de la sociedad valenciana.
La entrega de la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana también fue un reflejo del concepto de Comunitat Valenciana del nuevo Consell. Así, el president hizo entrega del galardón al cantante Raimon, tantas veces ignorado en tiempos de gobierno del Partido Popular, a Beatriz Garrote (en su condición de presidenta de la asociación de víctimas del accidente de la Línea dos del metro).
Raimon, designado para hablar en nombre de los distintos galardonados, lamentó la "hostilidad institucional" que ha sentido durante más de 20 años en los que se "ha intentado" que no cantara en su tierra, aunque consideró que ahora empieza una nueva etapa "llena de posibilidades" en la que confió en poder contribuir a la construcción de una sociedad "más libre, más justa y más limpia".
El cantautor quiso que subiera también a la tribuna la presidenta de la Asociación de Víctimas del 3 de julio, Betariz Garrote, para dirigirse a los representantes políticos y a la sociedad civil asistente al acto. Garrote, visiblemente emocionada, dedicó el reconocimiento a los 43 fallecidos y 47 heridos en el accidente del metro y ha deseado: "que nunca más unas víctimas se vean enfrentadas a las instituciones" y que cuando vuelva a ocurrir "un error", el Gobierno y las instituciones "estén de lado de las víctimas".
Ximo recordó a los miles de refugiados que intentan encontrar en Europa un lugar mejor y recordó que “la crisis no es un obstáculo para que miles de valencianos y valencianas expresen su solidaridad y proclamen la Comunitat Valenciana como tierra de acogida para los niños, la mujeres y los hombres que, huyendo de la brutalidad de un régimen, la muerte y la destrucción inician un largo peregrinaje con tal de salir de un mal sueño”. “No podemos olvidar”, añadió, “que antes fuimos nosotros los refugiados, que fuimos los valencianos lo que tenían que irnos de nuestra tierra”.
Y entre ellos citó al humanista Joan Lluís Vives y “a todas esas familias que fueron expulsadas del Reino de Valencia y del resto de España en 1492” e invitó a recordar, de la mano de Vicente Blasco Ibáñez, a los que se fueron a Argentina “no por el afán de vivir aventuras sino empujados por el hambre”.
A continuación se refirió a José Ricardo Morales, distinguido en el acto con el Premi Ambaixador de la Comunitat Valenciana, que tuvo que huir a Chile (donde vive y donde pronto cumplirá cien años) en el Winnipeg, el barco que fletó Pablo Neruda para los refugiados que huyeron tras la Guerra Civil.
La lista de las personalidades reconocidas por la Generalitat se completa con la investigadora del Instituto de Neurociencias del CSIC en Alicante Ángela Nieto, la saltadora Concha Montaner (siete veces campeona de España), Bernardo Ruiz Navarrete (el primer valenciano que se subió al podio del Tour de Francia) el intelectual y creador de la desaparecia Mostra de València José María Morera (premio al Mérito Cultural), el pelotari Julio Palau, la exjugadora de Basket Anna Montañana Gimeno.
También recibieron una Placa al Mérito deportivo el Burjassot CF y la Federación de Deportes Adaptados de la Comunitat Valenciana. Además, a título póstumo, se reconoció la labor del mecenas y coleccionista de arte Jesús Martínez Guerricabeitia con la Distinció de la Generalitat al Mèrit Cultural, el mismo reconocimiento que recibió el escritor Rafael Chirbes.