MADRID, 9 (EP). Investigadores de la Universidad de Hawai'i-Manoa, en Estados Unidos, han observado en el laboratorio que muchos de los remedios que actualmente se recomiendan para combatir una picadura de medusa pueden ser en realidad contraproducentes y provocar un empeoramiento del daño ocasionado, según informa la revista 'Toxins'.
Cuando alguien sufre una picadura de medusa entre los primeros auxilios más recomendados destacan enjuagar la herida con agua de mar, raspar los tentáculos restantes o poner hielo en la zona afectada. Sin embargo, según Angel Yanagihara, investigadora principal del estudio, ahora han visto que "en realidad es mucho peor para la picadura".
Las medusas son uno de los animales más peligrosos del océano, e incluso causan más muertes cada año que los tiburones. E incluso cuando no son tan letales, sus picaduras siempre provocan un dolor intenso y deja heridas que resultan horribles. Para su trabajo, Yanagihara y su equipo analizaron dos especies de medusa, la 'Alatina alata' que habita en las aguas de Hawai y la más grande del mundo, la 'Chironex fleckeri', presente en las aguas de Australia.
En su investigación viajaron a Australia para ver cómo se solían tratar estas heridas, bien enjuagándolas con vinagre o agua de mar, o raspando o arrancando los tentáculo, y posteriormente diseñaron un modelo en laboratorio con tejido humano para ver si estos métodos conseguían frenar la entrada de veneno. Asimismo, también observaron si usar hielo o bolsas con agua caliente ayudaba a minimizar el daño causado. De este modo, vieron que los remedios más habituales (agua marina, raspado de tentáculos o hielo) aumentaron de forma dramática la gravedad de las picaduras.
"Menos de un 1 por ciento de las células afectadas por el tentáculo se ven realmente afectadas con una primera picadura, por lo que cualquier acción que mueva los tentáculos sirve para expandir el veneno", ha añadido Christie Wilcox, que también ha colaborado en este trabajo.
Pero en lugar de enjuagarse con agua de mar o raspar la herida, los investigadores vieron que otros remedios como el uso de vinagre sí que impide que las células encargadas de liberar el veneno lo acaben haciendo, resultando igualmente útil arrancar los tentáculos con pinzas.
Y después de la picadura, la aplicación de calor disminuyó activamente la actividad del veneno pero el hielo, por contra, la aumenta y causa más del doble de daño.
"Las medusas son animales increíblemente peligrosos y cuanto más veneno inyectan, más probable que la víctima sufra daños graves e incluso mortales", según Yanagihara, que lamenta que muchos de estos remedios poco útiles se difundan a través de Internet.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones